Sagrados Corazones del Centro alista las misiones
En el edificio donde funcionó la primera universidad de Quito (Santo Tomás de Aquino) se asienta la Unidad Educativa Sagrados Corazones del Centro, un plantel en donde sus estudiantes ya andan organizando la Navidad solidaria.
Todo porque esa fecha la viven con entusiasmo, no solo por las novenas y los pesebres, sino también por las misiones. Este año compartirán con los vecinos de Santa Anita (en Atucucho, en el sur de Quito), y La Unión (en Quinindé, provincia de Esmeraldas).
Una comitiva de la Pastoral Juvenil armará el viaje para entregar lo que todos los estudiantes donen por las navidades. Emily Coello, alumna del plantel, comenta que “la espiritualidad y la ayuda a los más necesitados es una tradición en los Sagrados Corazones”. Los pequeños de la Infancia Misionera también se involucran.
Esta actividad del primer colegio católico femenino que se fundó en el país es muy esperada por la comunidad educativa, porque permite vincularse con la comunidad. Y ser buenas personas, agrega Emily.
La ayuda al prójimo es el credo de la congregación que se vino desde Francia, el 2 de julio de 1862, y echó raíces en el Ecuador. La religiosa María Mercedes Ponce, directora de la U.E. Sagrados Corazones del Centro, rememora que la llegada fue gracias a la gestión del expresidente Gabriel García Moreno.
Y él mismo entregó a las religiosas el edificio patrimonial en el cual se había educado, la vieja casona del antiguo Convictorio de San Fernando. Unos 26 días después de su llegada, el 28 de julio, se inauguró el año lectivo con 292 estudiantes de primaria y de colegio.
Lo hicieron llenas de ilusión, agrega la religiosa, pues llegaron dispuestas a educar en la fe y en la ciencia. Siempre el carisma de la congregación: “contemplar, vivir y anunciar”. Las religiosas son misioneras.
Actualmente la U.E. Sagrados Corazones del Centro tienen 420 estudiantes, desde preparatoria, Educación General Básica y Bachillerato General Unificado, agrega Inés Revelo, rectora de la institución. Hay clubes de bastoneras, danza, ajedrez, fútbol femenino y masculino, básquetbol, música, pintura y ‘cheerleading’.
Antonio Cevallos, encargado de la Pastoral Juvenil, menciona que esta agrupación es el corazón del plantel y con los chicos se hace una inducción para que después, ellos mismo, deseen integrarlo. La misión es educarlos en valores.
Porque, como dice la religiosa María Mercedes, el amor no se improvisa y cada día hay que poner en práctica cuando se ve al hermano en necesidad. Y en los Sagrados Corazones del Centro se hace énfasis en la parábola del buen samaritano.
