En Salinas se festeja a Yemayá, la diosa del mar
Es la diosa del mar y del amor. Y en la parroquia rural Santa Catalina de Salinas, al norte de Ibarra (provincia de Imbabura), le tienen mucha fe a Yemayá; por eso, cada año, le arman una gran ceremonia.
Los comuneros de Salinas consideran que primero fue la tierra, porque de ella salen sus alimentos y es el símbolo de trabajo de sus padres y madres. Le sigue la sal, que es el legado de los primeros esclavos que habitaron allí. Después el agua, que es parte de la sabiduría de la vida. Y posteriormente viene el algodón.
Y en medio de su misticismo, piden a su diosa que les dé prosperidad. No son los únicos con esa fe: cada 2 de febrero se realiza su celebración en todos los países americanos del Atlántico Sur. El culto de esta orishá corresponde al de la Virgen de la Candelaria, que también se festeja este día.
El ritmo de la música bomba y la marimba marcan el inicio al rito de raíces africanas; allí bailan 10 jóvenes o llamadas también las Hijas de Yemayá. Todas llevan velas blancas que simboliza la luz que alumbra los caminos.
Las hijas de la diosa visten un traje típico africano de color azul (turbante y blusón). Las bailarinas se ubican en filas, cinco por la izquierda y cinco por la derecha, e invocan a la deidad
Todo está adornado con pétalos de flores. La maestra de ceremonias invoca a sus ancestros pidiéndole que bendiga las festividades por los 193 años de parroquialización civil y 131 años de parroquialización eclesiástica de Salinas.
Las hijas de Yemayá se colocan en círculo y danzan hasta el final de la ceremonia. Llevan parte de los recursos naturales que tiene Salinas. En la ceremonia se hace una conexión directa con los ancestros.
Allí también se bendicen las prendas africanas para la Reina de Salinas y su corte de honor, con mensajes de sabiduría, fuerza y paz. El pueblo afrosalinense se caracteriza por ser alegre y estar conectado con todos los espacios de la naturaleza.
