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18 de febrero de 2019 11:28

San blas exige mayor seguridad

Los vecinos salieron a las calles desde las 10:00 para barrer y limpiar el sector. Las actividades se extendieron hasta la tarde. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Los vecinos salieron a las calles desde las 10:00 para barrer y limpiar el sector. Las actividades se extendieron hasta la tarde. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Isabel Alarcón


La inseguridad es un problema que preocupa a los vecinos de San Blas. Este fin de semana, los moradores de este barrio realizaron una minga para limpiar sus calles de basura y expresar su descontento ante los últimos eventos de violencia que se han dado en esta zona de Quito.

San Blas está conformado por los barrios La Tola Alta y La Tola Baja, ciudadelas Argentina, Nueva, San Juan Don Bosco, La Alameda, Santa Prisca y la Plaza del Teatro.

Juan Carlos Rojas, presidente de San Blas, explica que este es un acto simbólico para “limpiar” la inseguridad del barrio. A través de la pintada de las calles y las fachadas, se busca crear más unión entre los vecinos y que todos se apropien del espacio público.

La venta de licor, la indigencia, los asaltos, los robos y la falta de vigilancia son algunos de los problemas que preocupan a los moradores de esta zona.

Considerado como “la puerta de entrada al Centro Histórico”, San Blas se ha promocionado en los últimos años como una zona turística por la cantidad de hosterías y restaurantes que se han colocado en la calle Antepara.

Pero, al mismo tiempo, ha sido el escenario de hechos violentos como el asesinato de un turista ruso. Este se habría resistido a que le robaran la cámara y finalmente su cuerpo quedó tendido en una de las calles.

Rojas dice que como este suceso han habido otros similares en todo este año. El 25 de diciembre apuñalaron a otro vecino, dice, y los robos en los locales y en las viviendas se han convertido en algo común.

Mauro Izurieta, quien habita en este barrio desde hace 40 años, coincide en que la seguridad del barrio es un tema que preocupa. La venta de drogas y de licor sin registro es uno de los mayores conflictos en este espacio. Este vecino cuenta que, todos los sábados ocupan las canchas de fútbol que están ubicadas en las calles Don Bosco y Valparaíso. Cuando terminan de jugar, dice, dejan todo limpio. Pero, “en las noches pasa lo peor”.

Para el presidente del barrio, es necesario hacer este tipo de mingas para que las personas se empoderen y se comprometan a trabajar por la recuperación de este sector. Mucha gente está saliendo por temor, dice Rojas, y la idea es que se queden y se apropien del espacio público. También piden mayor vigilancia.