San Vicente y Santa Rosa tienen capillas nuevas
Guapeada ya está, solo faltan unos toques en temas de protocolos de bioseguridad para que la comunidad pueda visitarla nuevamente. Se trata de la antigua capilla de San Vicente Ferrer, que fue intervenida durante la pandemia y que se encuentra en Santo Domingo, en el Centro de Quito.
Luego de los trabajos por parte del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), que incluyeron la recuperación de pintura mural, ayer se realizó un evento para presentar la nueva cara del lugar. Hasta música hubo, aunque de lejitos, desde el patio del convento, en la zona histórica de la urbe. Esta parte estuvo a cargo del Ensamble de Saxofonistas de la Banda Sinfónica Metropolitana.
Del mismo modo, la capilla de Santa Rosa de Lima pasó por un proceso para recuperar su esplendor. En ella se realizó la ceremonia de ayer, con la participación de Lucía Moscoso, directora de Inventario Patrimonial del IMP; Sandy Campaña, administradora de la zona Manuela Sáenz y el padre Oswaldo Cazorla, superior del Convento de Santo Domingo.
La capilla de la Santa fue conocida primero como de los ‘naturales’, denominación para los pueblos indígenas en época colonial.
En cambio, la antigua capilla de San Vicente Ferrer es ahora el ingreso al Museo Fray Pedro Bedón y al espacio de Santa Rosa de Lima. Este Santo es bien seguido por la comunidad. ¿No ve que es uno de los más destacados de la orden dominicana y de la Iglesia Católica? Uno de los más eficientes en la rama de los milagros y de las profecías.
En el espacio dedicado al Santo aún se conservan pinturas murales sobre la vida y milagros de este religioso, nacido en Valencia (España-1350), pintadas por fray Enrique Mideros a inicios del siglo XX.
La inversión en las obras fue de unos USD 55 600. Y sobre la apertura, estará pilas. De entrada, se implementan las medidas de bioseguridad para poder abrir al público, y se estará informando en las próximas semanas, ya que el convento tienen sus propias políticas para las visitas.
