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5 de junio de 2020 13:27

En Santa Rita no han dejado de dar la misa

Las confesiones se hacen en la vereda. Las personas esperan a distancia. Foto: ÚN

Las confesiones se hacen en la vereda. Las personas esperan a distancia. Foto: ÚN

Redacción Últimas Noticias
(I)

En la parroquia de Santa Rita, en el sur de Quito, sí se celebran misas. Con música y con uno que otro feligrés presente. Lo hace, dice su párroco Guido Bass, porque no hay que interrumpir la comunicación con el pueblo ni siquiera por la cuarentena.

Desde que empezó todo el tema del confinamiento, el sacerdote escogió la terraza de su casa, de más o menos 25 m2, para realizar las eucaristías dominicales. “El papa Francisco nos dio una indicación de que no viralicemos a la iglesia en el sentido de que no nos conformemos solo con las redes sociales”, dijo.

Este sacerdote acogió ese pedido y, siguiendo las medidas de bioseguirdad, apostó por realizar la misa del domingo en la terraza, junto con otros religiosos, seglares y músicos. Todos van con mascarilla, guantes y trajes de protección.

Los fieles no se quedan atrás; desde la cancha atrás de la parroquia, escuchan la homilía bien separados. Semanalmente se congregan en el punto entre 20 y 30 personas.

Y, dice el padre, “gracias a Dios se ha continuado con la confesión en la calle, y dando la santa comunión”.

Igualmente, conservando la distancia de al menos un metro y medio entre la persona que comulga y el celebrante, el curita entrega la hostia en la mano del feligrés. Antes de eso, colaboradores de la parroquia desinfectan al feligrés.

La misa dominical también es escuchada por el resto del barrio, pues los vecinos saben que cada domingo, a las 11:00, tienen una cita con el párroco y salen a sus terrazas y balcones para escuchar la misa. Tiene una buena amplificación.

El tema de las redes sociales no se ha descuidado en Santa Rita, pues por el Facebook de la Parroquia se transmite la celebración para que tenga un mayor alcance, dice Bass.

Las misas que se hacen entre semana, de lunes a sábado, no se transmiten por las redes, solo se celebra en una pequeña capilla que está dentro de la parroquia. Ese encuentro se realiza a las 07:30, pero solo acuden dos o tres feligreses.

Aprovechando los canales virtuales, cuenta el sacerdote que se hace el rezo del Rosario de la Aurora todos los sábados, a las 05:30. Se lo hace con el equipo de colaboradores de la parroquia. A la hora indicada todos se conectan y cada quien, desde sus hogares, participa de este rito, de unos 45 minutos. También hay Rosario una vez a la semana a partir de las 20:00 por canales virtuales.

La próxima semana (8 de junio del 2020) espera abrir las puertas de la iglesia, pero solo para el rezo y la confesión. Aunque esto último, reitera, lo ha seguido haciendo sin pausa en la parroquia o en la misma misa del domingo, cuando hay fieles que le piden ese sacramento y él baja a la calle y los escucha.