Segundo Morales fue a pescar y se perdió
De un momento a otro, un manto de nieve cubrió el camino y uno del grupo se extravió. Sus amigos comenzaron a buscarlo, pero nanay. Su pana se había perdido el lunes 12 de marzo, a eso de las 19:30, en medio de la reserva Antisana (sector Linguasi).
Minutos después se alertó a sus familiares y, en comitiva, se echaron al monte para buscar al perdido, Segundo Morales Caiza. También llamaron al ECU 9-1-1 para que les den una mano. Y acaso, las dos.
Una vez conocida la novedad, la unidad de turno del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), integrada por cuatro uniformados, emprendió la búsqueda y llegó al punto a las 02:15 del martes. Los familiares les dieron el encuentro. Como no había camino, siguieron la ruta del río.
El sargento Fabián Solano, encargado del GOE área de rescate, recuerda que una vez en el ingreso de la reserva tuvieron que seguir unos 30 minutos en camioneta. Y luego, 35 kilómetros a pie. Allí se juntaron con los familiares de Segundo que infructuosamente lo buscaban.
En ese punto, la parentela contó que su familiar, de 38 años, se había internado en la reserva para pescar junto a tres amigos, pero en un momento se separó del grupo y con la espesa neblina se fue alejando.
Como le cogió la noche, a Segundo no le tocó más que buscar refugio. Afortunadamente sabía cómo mantenerse caliente, pese a las circunstancias. Acumuló paja e hizo una cama y con el resto se cubrió el cuerpo. Solo llevaba puesto un calentador delgado.
Como el pajonal estaba mojado, la temperatura de su cuerpo fue bajando. Tiritaba, pero afortunadamente a las 03:00 se levantó la neblina y con la luz de la luna, comenzó nuevamente a caminar. Los especialistas del GOE se encontraron con él, a eso de las 06:30 de ayer, 13 de marzo del 2018, en uno de los flancos del volcán de la reserva ecológica Antisana.
Tras los abrazos con los familiares, a Segundo se lo trasladó hasta el parque central de Píntag y se le evaluó. Estaba sano, solo con un grado moderado de hipotermia, y se lo estabilizó.
El lunes se presentó otro caso al que también acudieron los hombres del GOE. Resulta que tres personas, de entre 25 y 30 años, desaparecieron en el sector del parque nacional Cayambe-Coca. Los salvaron.
El sargento Solano recuerda que el exceso de confianza o el mal clima son los factores más recurrentes y que juegan una mala pasada a los excursionistas. De ahí que el especialista recomienda que si van a hacer campamento no se separen del grupo.
No olviden de llevar todo lo necesario para la acampada; por ejemplo, alimento y bebida. También una fosforera, porque al encender una fogata abriga y levanta el ánimo al perdido; y un poncho de agua por si las moscas. Y siempre estar con las antenas en alerta.
