Una ‘selección’ de cantores del sur de Quito
Hace cuatro años se lanzaron al ruedo, aunque medios abochornados, pero lo lograron y hoy son unos artistas. Es el Coro Sinfonía del Recuerdo.
El coro de cantores de barrios del sur de Quito está integrado por 45 cantantes. De estos, 10 son hombres, y ya han estado en grandes escenarios y eventos, como en el Festival de Coros Mitad del Mundo.
María del Carmen Fonseca es la directora y recuerda clarito que los talentos surgieron de distintos puntos del programa 60 y Piquito.
Ella es cantante profesional y convencida de que la música es vida. Así que propuso y emprendió el proyecto de formar un coro. Poco a poco fueron apareciendo los talentos. Aunque el principal requisito no era tener buena voz, sino ganas de entrarle a la música.
La profe, en el mundo del espectáculo conocida como Azabache, recapitula que una vez armado el grupo empezaron duras jornadas de clases de técnica vocal, respiración y memoria.
Y ya tienen un repertorio de unas 30 canciones. Como dicen los cantantes, hay para todos los gustos. Desde para los alegres hasta para los despechados.
Lourdes Fernández, de 55 años, es la coordinadora del grupo y también una de las cantantes pioneras. Recuerda que primerito ensayaban en el barrio El Calzado y ahora los hacen en Santa Anita, todos los viernes, de 08:00 a 12:00.
Lourdes asiste a un punto del programa en Luluncoto Bajo y saca pecho porque sus dos hijos están bien orgullosos de ella. Y eso que en las primeras presentaciones, del susto, se olvidaban las letras. Claro que la profe estaba pilas para encaminar a los cantores.
Graciela Martínez, de 67 años, es otra de las pioneras del grupo. Ya va cuatro años al pie del cañón en los ensayos y presentaciones. Y así como tiene vivitas las clases de la profe, tiene también las anécdotas. Por ejemplo, le tocó presentar a sus compañeros ante el público, entre ellos delegados de la Embajada de Chile.
Cuando estaba en la bienvenida y agradecimientos, nombró a Argentina. Pero de una enmendó el discurso.
Y así como hay anécdotas, en el grupo también hay harto apoyo. César Utreras, de 63 años, es prueba de ello. Él tiene discapacidad visual y, guiado por su bastón, no se pierde los ensayos. Hace poco estuvo hospitalizado y aún así está firme a la hora de cantar.
El hombre vive en Pueblo solo Pueblo y se integró al grupo hace dos años y es amante de la guitarra. Le entra a los boleros, a las tonadas más alegres, etc. Pero lo que mejor le sale, dice sonriente, son los gallos.
Tienen tres galas. Las más elegantes son negro con rojo. Las damas hasta con collar y flor incluida salen a las tablas. El otro atuendo lleva rosado y el tercero, blanco.
Coro. Si quiere escuchar estas voces del sur de Quito puede seguir al grupo en su cuenta de Facebook, como Sinfonía del Recuerdo. Para contrataciones, llame al 099 924 5937.
