Un taxista fue asesinado en Píntag
Marlene Saona aún no supera el golpe emocional tras la muerte de Jorge Chulde, su esposo por 35 años. Ella acudió la tarde de ayer para realizar los trámites correspondientes en Medicina Legal, luego de que su marido fuera hallado sin vida en una quebrada del barrio Santa Teresa, en la parroquia de Píntag.
Con lágrimas en los ojos, Marlene recordó a Jorge como un buen padre, abuelo y amigo. “Yo solo pido que se haga justicia”, dijo, mientras otros familiares trataban de consolarla.
Robinson Berrones, gerente de la Compañía de Taxis Bicentenario S. A., contó que la última vez que vieron a Jorge fue el martes. Ese día, el hoy fallecido tomó una carrera aproximadamente a las 18:00. “Creemos que ahí fue asaltado y secuestrado”.
Sus compañeros piensan eso porque otro socio vio el vehículo de Jorge en Tambillo, cometiendo varias infracciones de tránsito, algo que no era común en Jorge.
El miércoles, los familiares avisaron a la Policía y a la Compañía que Jorge no llegó a dormir.
Berrones dijo que entonces, entre los 189 socios iniciaron la búsqueda del vehículo y lo localizaron en el sur, con rastros de sangre en el interior. “Eso nos hizo temer lo peor”, confesó.
24 horas después, vecinos del barrio Santa Teresa, en Píntag, notaron algo extraño en el fondo de una quebrada y dieron alerta a las autoridades. Personal del GOE y rescatistas de la Policía Metropolitana descendieron al lugar y encontraron el cadáver de Jorge. Presentaba golpes en el rostro. “Se queda una familia devastada”, dijo Berrones. Jorge tenía cuatro hijos.
El dirigente asegura que los prestadores del servicio de taxi viven en un peligro constante. Añadió que el domingo, otro compañero de la Compañía Bicentenario fue asaltado en el sector de Chilibulo. Posteriormente, la unidad fue abandonada en el sector de Guajaló. Afortunadamente, dijo, en esa ocasión no pasó de algunos golpes y el robo de ciertos accesorios del vehículo.
Por eso el dirigente pide que la Agencia Nacional de Tránsito facilite la instalación de cámaras de seguridad en las unidades de taxi de servicio ejecutivo, periférico y convencional para precautelar la vida de los conductores.
