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17 de enero de 2020 09:38

10 tesoros de Quito, en cirugía

Los trabajos de restauración tardarán entre 120 y 150 días. Foto: ÚN

Los trabajos de restauración tardarán entre 120 y 150 días. Foto: ÚN

Betty Beltrán
(I)

La idea no es solo restaurarles, sino también darlas a conocer y que la gente se apropie de esos tesoros ocultos. Son 10 lugares patrimoniales del Centro Histórico de Quito que el Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) les puso el ojo para sacarles el brillo.

En la primera tanda de trabajos estarán la iglesia Santa Bárbara; las capillas del complejo franciscano, Jesús del Gran Poder y Virgen del Pilar; la capilla de San Carlos; el monasterio de Santa Clara, y la capilla de San Vicente Ferrer, en Santo Domingo.

Franklin Cárdenas, director de Ejecución de Proyectos Patrimoniales, dice que hace tiempo que no se toparon los bienes muebles, esculturas, pintura mural y retablos de Santa Bárbara, en la esquina de la García Moreno y Manabí, de ahí que en este predio ya arrancaron las obras.

En breve se sumará el trabajo en las capillas y en el monasterio de Santa Clara (Cuenca y Rocafuerte) en donde se pondrá atención a la pintura mural del claustro interior que, con el paso del tiempo, presenta gran deterioro.

Este programa de conservación y restauración de bienes se planea terminar entre 120 y 150 días, pues cada bien patrimonial es un símbolo y los niveles de afectación son diferentes. Cada uno tiene un cronograma independiente.

Para el segundo semestre de este 2020, entre la última semana de mayo y primera de junio, comenzarán las obras en cuatro templos más: Santa Catalina de Siena, en donde se hará la impermeabilización de la cubierta de la zona del museo; La Concepción, con la intervención de la cubierta que tiene contaminación de xilófagos (insectos que roen la madera).

En San Francisco también hay zonas que se quieren mejorar. Foto: ÚN

En San Francisco también hay zonas que se quieren mejorar. Foto: ÚN

En esa lista también está la iglesia de San Diego, pues hay deterioro de las galerías y se impermeabilizará las cubiertas.

También está El Sagrario, al lado de La Catedral, con sus problemas de humedad en la cúpula; aquí se sumará el trabajo de rescate de los archivos donde están las partidas de nacimiento y defunción de los primeros pobladores de la villa de Quito.

Raúl Codena, director del IMP, menciona que su empeño es preservar los bienes históricos, sobre todo de estos lugares un poco desconocidos. Por eso, con las intervenciones se los quiere sacar a luz y hacer recorridos históricos.

A cambios de esas rehabilitaciones, el IMP hace un convenio con las distintas comunidades religiosas. Por ejemplo, con las Hermanas de la Caridad de San Carlos se pretende que abran su casa de la Rocafuerte y Cuenca y reciban a gente de escasos recursos que requiere estar en la capital por citas médicas.

Con el resto se adecuará a las distintas necesidades y lo que puedan ofrecer los religiosos. Las que llevan una vida de claustro pueden aportar abriendo sus iglesias para realizar conciertos de música sacra o ampliando el horario de apertura.

Con Santo Domingo y San Francisco se harán convenios para aprovechar sus museos; es decir, hacer ampliaciones, extender horarios de atención o realizar festivales de música sacra. Porque la idea es, según Codena, redescubrir nuestro patrimonio y tenerlo vivo.