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28 de febrero de 2019 08:57

Dos días para hacerse taxista

Julio Puga (i), director de la AMT, informó del avance del proceso. Foto: Ana Guerrero / ÚN

Julio Puga (i), director de la AMT, informó del avance del proceso. Foto: Ana Guerrero / ÚN

Ana Guerrero
(I)

Termina el plazo para que aspirantes a taxistas en Quito presenten sus carpetas para unirse a cooperativas o compañías. Este paso les toca para continuar con el proceso para obtener el permiso municipal y trabajar legalmente. También hay chance de que armen una operadora.

En cualquiera de los casos deben presentar los documentos hasta mañana, viernes 1 de marzo del 2019. El chance vencía el 5 de marzo, pero hay un guapo feriado de Carnaval. Los plazos se definieron en febrero, cuando el Cabildo aprobó que se retome el proceso de regularización. Estuvo parado, entre otras cosas, por alertas de corrupción.

El director de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), Julio Puga, dijo clarito que luego del proceso que empezó en el 2017, vía ordenanza metropolitana, había ya 10 270 postulantes que tenían la calificación de idóneos para entrarle al taxismo formal.

En noviembre del 2018, otra tanda, que inicialmente no recibió el visto bueno, pasó por un proceso de subsanación. Presentaron diferentes requisitos y quedaron 2 233.

Luego de todas esas larguras, con protestas de los postulantes en el trayecto, los apuntados a la regularización ya pueden chequear si continúan en la lucha. La lista se publicó en la web de la AMT. Son 12 905.

Si hay una operadora integrada por los calificados como idóneos de la primera tanda y a esta se unen los de la segunda, deben presentar nuevas minutas con el dato actualizado, y bien definido el incremento.

Del 5 de marzo al 5 de mayo, añadió Puga, ya será una etapa para calificar y realizar informes técnicos y jurídicos. Ojo: el 15 de mayo se posesionará el nuevo alcalde o alcaldesa.

Quienes tienen que constituirse como nuevas operadoras deben generar un proceso en las superintendencias de Compañías o de Economía Popular y Solidaria (depende de si es compañía o cooperativa).

Los calificados en dichas instituciones deberán regresar a la AMT para seguir el trámite, con la calificación de los vehículos. Estos deben ser homologados, como uno de los requisitos.

Carlos Brunis, dirigente de la Unión de Taxis de Pichincha, indicó que aunque el sector no estuvo de acuerdo con el número de aspirantes que entraron a la regularización, aceptó con el afán de que se culmine el proceso y que se erradique la informalidad.

El directivo aludió una vez más a que se debe poner ojo a las plataformas tecnológicas que prestan el servicio sin estar regularizadas.

Actualmente, en el Distrito Metropolitano hay 16 024 personas con permisos para trabajar legalmente, agrupados en 325 operadoras. Eso sí, Brunis desconoce cuántas nuevas compañías y cooperativas se crearán en el camino.

Pero no vaya a creer que los presuntos casos de corrupción ya se despejaron.

Puga informó que se encontraron seis casos de “idóneos que fueron entregados de manera fraudulenta”. Dos de estos fueron presentados por el Municipio en la Fiscalía. Y cuatro personas han presentado denuncias de forma particular al sentirse estafados.

El funcionario aseguró que están tratando de verificar de dónde viene la anomalía. “Entendemos que hay alguna red que está metida en todos los niveles”.

La trayectoria

El proceso 
de regularización de taxis en Quito arrancó con la Ordenanza Municipal 177. Esta establece la asignación de cupos y la constitución de nuevas compañías de taxis.

Hubo un grupo que resultó idóneo y otro que no. Los segundos tuvieron un segundo chance y entregaron nuevamente documentación. La recepción de requisitos se realizó según el último dígito de la cédula, desde el lunes 5 de noviembre del 2018 hasta el 9 del mismo mes.

Hubo veedores, dijo el Municipio, de varias entidades: Justicia Social, Consejo de Participación Ciudadana, Secretaría del Concejo, Comisión Metropolitana de Lucha contra la Corrupción, Contraloría General, Fiscalía General y la Comisión Especial de Vigilancia al proceso.