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22 de septiembre de 2016 16:29

El 'parque de las tripas' fue remodelado en La Floresta

Las obras en el parque (La Floresta) José Navarro incluyen juegos infantiles, áreas verdes, pintura, entre otros. Foto: Patricio Terán/ÚN

Las obras en el parque (La Floresta) José Navarro incluyen juegos infantiles, áreas verdes, pintura, entre otros. Foto: Patricio Terán/ÚN

Redacción Últimas Noticias

Todos le conocen como el ‘parque de las tripas’, aunque en la partida de bautizo se registró como José Gabriel Navarro,  en La Floresta, centro norte de Quito. El espacio, donde la gastronomía típica es el fuerte, hoy 22 de septiembre inaugura nueva cara.

Por un mes, los 16 comerciantes, quienes laboran por más de 20 años en el lugar, dejaron de trabajar hasta que se guapee el área. No solo estrenarán parque nuevo, también quioscos. Estos serán móviles y se ubicarán de 16:00 a 23:00.

En las adecuaciones están sistemas eléctricos y de agua potable. Además, se instalaron 10 mesas ‘cocteleras’, de alrededor de un metro de alto, para que los clientes no estén ‘agachaditos’

Eso sí, cuenta Raúl Panchi, presidente de la Asociación Santa Marianita, acordaron con la comunidad que un domingo al mes no ocuparán el parque. Esta noche ya puede alistar el diente para degustar las famosas tripas, morocho, toritillas y otros platos.

Los comerciantes no solo cambiarán la fachada de sus negocios, se capacitaron en manejo de alimentos y atención al público. Tampoco podrán olvidarse de tener limpio el lugar, para evitar líos con los moradores del sector.

El plato fuerte y el más esperado del parque son las ventas, pero no es la única adecuación. Se colocaron juegos infantiles, bancas, sistema de iluminación... Se invirtieron USD 688 608.

Los detalles

En las obras se incluyen 220 metros de bordillos y 300 metros de acera de hormigón.
En el parque también se instaló una parada de bicicleta pública y se pintó el retrato del personaje que da nombre al parque. El mobiliario para los comerciantes es de acero inoxidable. Los vendedores se llevarán a sus casas.