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3 de enero de 2019 09:12

Tristeza por muerte de joven que se disfrazó de ‘viuda’

El accidente se produjo en La Y de la autopista General Rumiñahui. Foto: ÚN

El accidente se produjo en La Y de la autopista General Rumiñahui. Foto: ÚN

Diego Bravo
(I)

Un ambiente de consternación se vive aún entre la gente que vive y trabaja en La Y de la autopista General Rumiñahui, que conduce a la av. San Luis y al parque de la parroquia de San Rafael (cantón Rumiñahui), oriente de Quito.

Allí, aproximadamente a las 15:00 del pasado 31 de diciembre, un joven de 24 años que se disfrazó de viuda para despedir el Año Viejo murió tras ser atropellado por un tráiler.

La víctima es Fernando J., oriundo de la provincia del Carchi, informó el coronel Pablo Ramos, comandante policial del cantón Rumiñahui.

La mañana de ayer, 2 de enero del 2019, la gente del lugar todavía comentaba sobre lo que pasó durante las festividades del último fin de año. 

En el parte policial -dijo Ramos- se indica que la víctima primero se subió al tráiler a pedir una ‘limosnita’ y cayó cuando se bajó del vehículo pesado. Murió tras ser aplastado, ya que el chofer del vehículo pesado no se percató de lo que pasó y arrancó.

“Procedimos inmediatamente a la detención del conductor (John C., de 28 años)”, indicó Ramos.

Luego, los agentes del Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) y Medicina Legal acudieron al lugar para tomar evidencias. Los familiares del joven también llegaron y estaban consternados tras enterarse de lo que ocurrió.

“Realizamos un trabajo preventivo, pero a veces no entendemos el comportamiento por el abuso del licor (...) Hacemos un llamado para que haya mesura en su consumo, que es alto”, manifestó Ramos.

Antes del accidente, el ambiente era de algarabía en ese tramo de la autopista General Rumiñahui. Más de 50 viudas de todas las edades -según recuerdan los moradores y comerciantes- se ubicaron allí para pedir dinero a los conductores

Mirta Conde observó lo que pasó el 31 desde su cafetería. Señala que un grupo de jóvenes se expuso demasiado. “Se subían a las plataformas, los carros se movilizaban despacio”.

Margarita Salcedo es propietaria de un micromercado. Estaba atendiendo a unos clientes en su local cuando escuchó que ocurrió un accidente en la calle. Al salir, vio que la gente estaba convulsionada. “Estamos tristes por esta situación”, comentó apenada.