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8 de octubre de 2020 13:09

Turismo con emprendedores

En Piripe ofrecen baños ancestrales. Foto: cortesía

En Piripe ofrecen baños ancestrales. Foto: cortesía

Betty Beltrán. (I)

Se viene el feriado y los emprendimientos de las 33 parroquias del Distrito Metropolitano de Quito se alistan para recibir a los turistas. La gente de Pacto, por ejemplo, se armó desde hace semanas; en esa parroquia hay negocios que, con el tema de la pandemia, se reinventaron.

Y crecieron también, dicen los emprendedores de esos lares. Allí están Abeja Kapira, Hostería Piripe, Asociación Comunitaria Saguangal, entre muchos, muchos otros. Y cada uno, desde su giro de negocio, espera a los turistas para mostrar sus querencias.

La Dirección de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Pichincha realizó una investigación sobre las prácticas interculturales que, en tiempo de confinamiento obligatorio, se hicieron más fuertes. Descubrieron muchos ejemplos.

Uno de ellos es el liderado por Fabián Guerrón, principal de Abeja Kapira, que se dedica a la producción de panela granulada. Durante los primeros días de la emergencia sanitaria diversificó su producto y sacó al mercado una panela con jengibre y limón.

Un porotazo para su emprendimiento, que se creó en 1990 y desde el 2001 le dio con fuerza a la panela orgánica certificada; pero hace cuatro años se empeñó en ofrecer un valor agregado, recuerda Guerrón.

Cuenta que cuando se vino la pandemia por ahí le decían que tomándose una agüita caliente con panela, jengibre y limón se ganaba bienestar, así que se puso manos a la obra. Y la primera preparación la hizo en casa, luego la industrializó con los ingenieros.

Los inicios fueron duros. Guerrón menciona que en 1990 se liberó el aguardiente que se producía con la caña que abundaba en Pacto, así que el precio de la bebida cayó y los cañaverales quedaron botados. La población no sabía qué hacer: panela granulada, aguardiente o meter ganado a los terrenos.

Tras un curso en Colombia, apostó por la panela. Al principio fue recontra difícil: “hacía una caja de panela y me devolvían dos”, dice para graficar. Actualmente vende 1 000 cajas a la semana y el negocio familiar se hizo social (52 familias). Y en el feriado todos esos enormes cañaverales los puede nomás ir a ver.

Luis Montúfar, de la Hostería Piripe, renovó y amplió un servicio que ofrecía durante el hospedaje: el baño ancestral, una combinación de aguas aromáticas que permite al visitante relajarse ante tanto estrés.

Asociación Saguangal hace trueque y turismo. Foto: cortesía Municipio de Quito

Asociación Saguangal hace trueque y turismo. Foto: cortesía Municipio de Quito

Se ideó aquello porque, agrega, en la zona de Pacto existió la cultura yumba y ellos hacían ese tipo de rituales que ahora ha plasmado en su actividad turística.
Para ello se instaló un fondo de barro, en donde ponen las plantas medicinales (hierba luisa, guayusa, menta…) y son neutralizadas con agua de la ducha; después, con un pilche se hacen los baños ancestrales.

Y Edilma Gómez, quien al inicio de la pandemia suspendió el servicio turístico de la Asociación Saguangal, le entró con decisión al trueque en su comunidad. Entre todas las 100 familias del punto intercambiaron productos para el consumo familiar.
Hubo mucha gente de fuera de la comunidad que trajo, rememora, víveres para, a cambio, llevarse productos de la tierra de Saguangal, por ejemplo: yuca, verde, naranjas... Se comunicaban por el teléfono y se armaba el trueque que, hasta el sol de hoy, se mantiene.

Durante los primeros meses de la pandemia, apunta Gómez, la comuna también se dedicó a vender sus productos en Quito, puerta a puerta; sin embargo, en las últimas semanas ya retomaron el servicio turístico que hace años venían ofertando.

A sus clientes los llevarán por las cascadas y las fincas agroecológicas, también ofrecerán el servicio de alimentación. Y cuando los visitantes se queden a dormir en Saguangal, los acomodarán en las casas de los lugareños. Todo es comunitario, como en familia.