La Universidad Central ha sido más viejita
La edad de la Universidad Central del Ecuador (UCE) se ha puesto en duda en estos días. Se dice que tendría dos años más, o sea 399. Y todo porque un profe bien acucioso encontró la Cédula Real en la cual se deja sentado que su fecha de fundación fue en 1620 y no en 1622.
El debate quedará zanjado este 5 de septiembre del 2019, en el Honorable Consejo Universitario del Alma Mater. Allí, Rex Sosa, docente de Historia en la carrera Turismo Histórico Cultural de la Facultad de Comunicación Social, defenderá su tesis. Y lo hará con el Libro de Oro en mano.
En ese ejemplar del Archivo General de la UCE, metido entre 500 folios, encontró el documento que avala lo que dice. Se quedó frío cuando dio con la Cédula Real fechada el 5 de septiembre de 1620 y firmada por el Rey Felipe III, de España, con la que se constituyó la Universidad San Gregorio Magno, la antecesora de la Central.
Frente a ese hallazgo le vinieron dos preguntas. Una: por qué se dijo que la fecha de fundación fue el año de 1622, incluso avalada por investigadores de la talla de José María Vargas, Jorge Villalba, Emiliano Gil Blanco… Dos: por qué en el escudo de la institución figura el año de 1651.
Con pruebas en mano, Sosa fue descartando fechas. Con la de 1651 lo hizo de tajo, porque en la misma Cédula Real encontrada en el Libro de Oro, unos párrafos más adelante, se observa un acta de obedecimiento fechada en 1651.
Allí se pedía a las autoridades universitarias que, no sean malitas, cumplan con las disposiciones del Rey, asegura Sosa. Aunque puede atribuirse a otra razón, admite: en 1651 comenzaron a registrarse los primeros grados de los estudiantes.
En ese punto, lo que quedaba era confrontar con los autores que decían que la fundación de la UCE era en 1622. Y para ello, el investigador acudió a la biblioteca Aurelio Espinosa Pólit, en Cotocollao, y habló con su director padre Piñas.
Allí le ratificó que él tiene el acta de 1622, y que la mayoría de investigadores lo consultan. Pero, según Sosa, se trataría de “una cédula ratificatoria para todas las universidades de la región…”.
Y ¿por qué no llegaron al Libro de Oro? Quizá, admite Sosa, porque ese ejemplar compiló sus documentos en desorden, sin un orden cronológico por fechas. Incluso la Cédula Real de 1620 se ve que estuvo doblada, luego fue desdoblada e incorporada a ese libro.
Sosa dio con ese documento porque estuvo desarrollando una tesis de investigación doctoral en la Universidad de Salamanca (España), sobre la historia de la Universidad Central vinculada a la independencia de Quito del siglo XIX. Y mientras escarbaba esos datos se encontró con el acta fundación de la tatarabuela de la Central.
Ese rastro, cuenta Sosa, ya salió a luz en 1967, en el libro Colección Documental del profesor de la Facultad de Filosofía de la Central, Neptalí Zúñiga. Allí se consignó la traducción de la Cédula Real de 1620, pero nadie le paró bola.
Entonces, con este ‘recorderis’ Sosa propone que al cambio de año se sume también el del día y mes del aniversario de la U; es decir, pasar del 18 de marzo al 5 de septiembre, porque esta última es la que el rey Felipe III, en San Lorenzo El Escorial, la asentó y firmó en la Cédula Real, y con ello nació la universidad.
