Calle sin sueños

Estuve metido en pandillas y llevé una vida violenta que no me condujo a ningún lado.En la calle se busca la amistad, el amor, porque es lo que falta en el hogar. A mí me faltaba la comprensión y mi padre, que falleció cuando yo era niño. Eso me llevó a buscar una protección afuera. Me metí con drogas, alcohol, era alguien que no me reconocía, estaba siendo manipulado por un sistema que se llama calle, naciones o pandillas.Por seguridad, no te puedo contar ni dar nombres, pero vi personas que murieron frente a mí, muchos de ellos amigos. En esos instantes uno busca ganarse el respeto en el barrio y en la pandilla empuñando un arma.Estaba cegado por un montón de cosas que no me dejaban surgir ni cumplir con los sueños que tenía.He aprendido que lo que Dios nos da es madurez, a tener más conciencia y ver realmente qué es lo que te hace bien y qué es lo que te hace mal.Ahora tengo algo más grande que la calle y eso lo trato de transmitir a los jóvenes con la música hip hop. Ahora hago lo que siempre quise, entiendo que con la música el hombre pude dar un giro. Lo que te da la calle, los bailes y las drogas es momentáneo, hay cosas que son más eternas.