Los desafíos de Barrera

Nuevo aeropuerto y el metro, las obras clave en un Quito cada vez más grande.u00a0Doctor en medicina y máster en política, Augusto Barrera prefirió 'salvar a la patria' que curar a los enfermos y -tras adoptar esa importante decisión- tuvo el acierto y la puntería de cambiar de movimiento.u00a0Se alejó de Pachakutik y se aproximó a Alianza País. En sus tiempos de PK fue ministro de Planificación de Lucio, durante el tiempo en que el corazón gutierrista latía por el lado izquierdo. Cuando el latido del coronel Luciano se pasó a la derecha, Barrera se marchó, declarándose zurdo a tiempo completo.u00a0En el 2004 Barrera llegó al Municipio, gracias a una alianza entre la Izquierda Democrática y PK. Trabajó en varias comisiones -especialmente de la salud y la planificación- y tuvo coincidencias y choques con el Alcalde y concejales.u00a0Dejó a Pachakutik y se acercó a País. En Alianza País se organizó una votación primaria. Los postulantes para la Alcaldía quiteña fueron Augusto Barreray Galo Chiriboga. Sí, el fiscal de hoy. Una interesante confrontación que terminó con el triunfo barrerista y dio paso a una enconada batalla del vencedor frente a un rival juvenil pero resuelto, Antonio Ricaurte.Con el 43% de los votos, Barrera vio cumplidos sus sueños cuando Ricaurte se quedó en el 27%.u00a0Un duro trabajoQuito crecía antes lenta y serenamente, pero desde que brotó el petróleo -en 1972, oficialmente- el crecimiento fue intenso.u00a0Cuando Barrera llegó a la Alcaldía, la capital se aproximaba a los dos millones de habitantes. Barrera entró dispuesto a cambiar. Su primer pronunciamiento fue que iba a 'poner en orden' la administración y luego que desataría 'los nudos heredados'.u00a0Recibió las primeras críticas por 'perder el tiempo', en las reformas, pero mantuvo sus puntos de vista. Al entrar de lleno en el trabajo comprobó las dimensiones del nuevo Quito.u00a0La reconstrucción total de la avenida Simón Bolívar exigió una inversión de 32 millones de dólares y más de 10 millones la avenida Mariscal Sucre. También hubo que atender al trole.u00a0Cada proyecto tiene partidarios y críticos. La aplicación del Pico y placa mereció amplia aprobación pero no faltaron los descontentos por tener que guardar sus autos.u00a0Aeropuerto y metroEl presupuesto municipal fue subiendo. En el 2012 fue de USD 798 millones y en el 2013 de 832 millones. En esas circunstancias, para las obras mayores -como el nuevo aeropuerto y el metro- es indispensable el apoyo estatal. Menos mal que Barrera lo obtuvo, con miras a compartir los pagos, los aplausos... y los votos.u00a0Durante la administración del alcalde Moncayo se firmó con Quiport el contrato para la construcción del nuevo aeropuerto, obra que fue considerada necesaria desde diversos puntos de vista, entre ellos la ubicación del 'Mariscal Sucre' en medio de barrios muy poblados.u00a0El contrato se firmó con miras a un aeropuerto de mayor dimensión ubicado en Tababela, en el valle de Tumbaco. Hubo voces de aprobación y no faltaron las críticas. Un momento clave fue cuando Barrera y su equipo asumieron el mando y, con el visto bueno de la Contraloría, asumieron la renegociación.u00a0Desde el lado de Moncayo se dijo que se perdieron dos valiosos años. Desde la orilla de Barrera que sí valió la pena, pues el nuevo contrato mejoró las condiciones y los ingresos de la ciudad.u00a0Por fin, el 20 de febrero será inaugurado el nuevo aeropuerto, entre congratulaciones por el suceso y críticas por los atrasos en la construcción de las vías de acceso.u00a0Barrera ha trabajado, por cierto, muy cerca al gobierno de Rafael Correa y no hay duda de que las fechas para el aeropuerto y el metro tienen relación con eventos electorales. El metro está cerca de iniciarse y será una obra fundamental para Quito.u00a0¿Cómo calificaría usted la gestión del alcalde Barrera? Déjenos su comentariou00a0Noticias relacionadas:u00a0Aeropuerto es más caro El madrugar no ayudó Quito: USD 793 millones 'Por un Centro vivo'