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2010-10-17 15:42:25

Cenicienta moderna

HaceHace dos au00f1os el nombre de Susan Boyle apenas era conocido en su pueblo escocu00e9s de origen
Luis Fernando Orquera

La cantante aficionada fue descubierta en un show de talentos y de la noche a la mañana se convirtió en una estrella. En su biografía relata ahora acerca del arduo camino que recorrió hasta lo más alto. La historia es casi demasiado buena como para ser verdad: Durante medio siglo Susan Boyle vivió una vida normal en su pueblo en Escocia. Y eso que hablar de normal es casi un eufemismo. Padecía problemas de aprendizaje, era objeto de burlas en el colegio. Su salud era frágil a raíz de una lesión cerebral que sufrió cuando nació. Cuando tenía casi 50 años nunca había besado a un hombre y vivía con su adorado gato Pebbles. Pero entonces todo cambió. Boyle participó en el casting de Britain's got Talent (el equivalente a Operación Triunfo), sorprendió al mundo con su voz y en poco tiempo se convirtió en una superestrella. Es difícil decir hasta qué punto esta historia ha sido orquestada eficazmente por los medios. Lo que sí está claro es que el relato de cenicienta que encarna Boyle conmueve a personas en todo el mundo. Ahora ha presentado su biografía. Si tal como asegura sólo escribe la verdad, esta mujer que no encaja en absoluto con los cánones modernos de belleza, tuvo un destino realmente sorprendente. Ya incluso antes de la aparición de su libro los fans celebraron los fragmentos publicados en Internet. Cientos de ellos querían conseguir la firma de un ejemplar en una gran librería londinense donde normalmente solo aparecen los más grandes literatos. Quería demostrarles a las personas que merece la pena soñar un sueño, anunció Boyle. Muchas personas que se sienten discriminadas se identifican con la historia de la pequeña mujer que puso en evidencia al mundo del show de los jóvenes y bellos con su transparente voz que la ha catapultado al estrellato. Ella es la sucesora de Paul Potts, el tenor que en el mismo show de talentos ascendió de vendedor de teléfonos móviles a estrella. Me llamo Susan Boyle, arranca el libro con humildad. Hasta hace año y medio con toda probabilidad no habrán oído hablar de mí, a no ser que procedan del pueblo Blackburn en el oeste de Lothian, en el que pasé toda mi vida. Continúa una descripción detallada de los acontecimientos y sentimientos del día en el que Boyle partió hacia el casting que cambiaría su vida. Con bastante aplomo salió una mañana de enero. Amigos y familiares le advirtieron de que con su vestido barato y su peinado descuidado nunca sería tomada en serio. Llegaron incluso a apagar sobre su cuerpo un cigarrillo. Continuamente decían: Susan, cierra la boca. Ella asegura que hasta hoy no lo ha superado. Pero ya sea mito o realidad, hubo algo que le ayudó a sobreponerse a todo: el canto. El show de talentos en el que sin embargo finalmente quedó segunda, le forjó un éxito internacional y le permitió vender millones de álbumes, aunque también trajo consigo una crisis nerviosa y problemas psicológicos. El repentino revuelo alrededor de su persona fue demasiado. Ahora parece que vuelve a sentirse bien. Hace unas semanas cantó durante una misa en el londinense Hyde Park durante la visita del Papa Benedicto XVI ante decenas de miles de personas. El canto ha hecho callar a aquellas personas que me han machacado. Y lo que es aún más importante: ha vencido a los demonios en mi interior, escribe Boyle. Tengo una nueva identidad. Me he convertido en otra mujer. DPA