placeholder
Noticias
2014-11-03 09:10:34

Muertos: música y color

FamiliaresFamiliares decoraron las tumbas por la fecha de los difuntos. Foto: Vicente Costales/UN

Con el resonar del bombo y las trompetas, la Banda la Gran Orquesta acompañó a los deudos que acudieron al cementerio de San Diego. Por USD 10, tres canciones. Collar de lágrimas y Vasija de barro estaban en el repertorio.Una banda completa, al pie de uno de los nichos del camposanto donde reposa el expresidente Velasco Ibarra y personajes capitalinos como Luz María Endara, más conocida como 'Mamá Lucha'.

Mientras la agrupación hacía su trabajo, unos deudos lloraban con la mirada fija en el nicho. Pero, la banda no fue la única oferta música, Roberto Maigua, con una guitarra en mano y una adaptación alrededor de su cuello para un rondador, por más de 20 años ha trabajado en San Diego.

Cada Día de los Difuntos llega a las 09:00 y se queda hasta las 13:00 y luego, contó, a seguir trabajando en los buses. La tarifa de Maigua, por tres canciones es de USD 2. Los parientes podían solicitar: La Bocina, Vasija de barro y una instrumental, Sonidos del silencio.

Hace algunos años, cuenta el cantante, en el Finados tenía más clientes, pues iban menos músicos en el cementerio. Y mientras en el camposanto, abierto en 1868, las canciones melancólicas eran el plato fuerte, en la plaza de San Diego, el grupo Huasipungo entonaba canciones bailables para acompañar a danzantes.

Dos de ellos, sonrientes, bailaban agitando pañuelos blancos. Esta iniciativa fue del Centro de Desarrollo Comunitario del sector. La colada morada y las guaguas, ambos productos por USD 2, y las tortillas con hornado fueron los platillos principales.

En una banca del área antigua del cementerio, los esposos Blanca Torres y Juan Guerra, de 82 y 93 años, tomaban un helado. Ellos llegaron desde La Forestal, para visitar la tumba de su nieto, quien falleció hace unos 5 años.

A las espaldas de los adultos mayores, rosas de viento, muñecos, figuras de cartulina, etc., complementaban los arreglos florales. Pero no todos fueron a visitar a sus parientes o amigos fallecidos, cuatro estudiantes de periodismo: Patricio, Mauro, Geovanny y Kevin fueron para realizar un trabajo académico, sobre las costumbres que se mantienen o se han incorporado en San Diego.El contraste

En el norte, en cambio, la música de banda fue reemplazada por el silencio, las conversaciones en familia y, en otros casos, los rezos con una vela en la mano.

Ese fue el caso de una mujer que, al pie de uno de los nichos del camposanto La Dolorosa, repetía plegarias con la llama encendida y un libro de plegarias entre sus dedos.

Redacción Quito (I)