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2014-12-16 08:03:03

Quito, historia y sal

ElEl autor con su libro en una de las plazas emblemu00e1ticas de la capital, la de San Francisco. Foto: UN.
Mauricio Duran

La tercera edición de un libro con 60 anécdotas quiteñas circulará el miércoles próximo en manos de los voceadores de El COMERCIO, escrito por el periodista Jorge Ribadeneira y ampliado con notas de humor de Soflaquito.El libro, con una atractiva portada, contiene, entre otras, estas anécdotas.

El primer automóvil circuló en Quito el año 1901 y fue un vehículo francés, de la marca Dion Bouton. Fue adquirido por un pelucón en la Exposición Universal de París y en el estreno el pasajero de honor fue el presidente general Leonidas Plaza Gutiérrez.

Carlota Jaramillo, la reina del pasillo, fue rebelde. Se presentó por vez primera, pese a la oposición de sus padres, en 1926, cantando en dúo con su hermana Inés y luego se fugó de Quito para casarse con Jorge Araujo Chiriboga, 12 años mayor que ella.

Las juveniles y bellas hermanitas Yoder Campi aceptaron realizar un vuelo por la ciudad en un pequeño avión Curtis-Wright, piloteado por el popular capitán Chinto Vélez, el 28 de junio de 1932.Al retornar la nave se precipitó a tierra y el paseo se convirtió en una tragedia.

La bella canción Esta guitarra vieja nació en la calle La Ronda, durante una reunión de personajes de la ciudad. La letra fue del intelectual y diplomático Hugo Moncayo y la música del inspirado Carlos Guerra Paredes. El destacado ciudadano Hugo Moncayo se casó con una hija del famoso periodista 'Tuerto' Calle (muerto en 1918). Moncayo murió en 1977 y su viuda, Blanca Calle Solano de la Calle sigue con vida. En septiembre cumplió 110 años y es una de las seis mujeres con más de 110 en el mundo.

El coronel Juan Manuel Lasso fue un millonario y aristócrata socialista. Consta entre los fundadores del partido y cuando murió en el cortejo estuvieron su sobrino Galo Plaza Lasso y los dirigentes socialistas.

El gran poeta Jorge Carrera Andrade escribió de joven el hermoso poema 'Lenin ha muerto' y lo recitó en las citas de izquierda. Otro bello poema suyo fue Madeimoselle Satán, en que cuenta sus momentos sexuales con esa dama. Luego quiso hacer desaparecer ambos y los borró de sus obras completas. Pero los versos perduran.

El Águila Quiteña fue el gran 'punguista' de Quito. Metía las manos en los bolsillos sin que nadie lo sintiera. Juró regenerarse y fundó dos salones nocturnos con damas y todo. Pero Luis Aníbal Paz tuvo un final triste.

Y 52 anécdotas más, junto con notas de humor en el libro que circula mañana.