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2015-01-24 09:14:49

Nadie vela el cadáver

A parte de su nombre: Roberto Kennedy Aguacondo Serrano, hay pocos detalles de su vida. Por eso, tal vez nadie ha retirado su cuerpo de la morgue de Quito. El hombre de 51 años lleva 28 días en un frigorífico de Medicina Legal. Cada día los policías esperan que alguien vaya a verlo. Pero nada. Nunca preguntan por él.

Mientras tanto guardan la ropa con la que llegó. También le tomaron una foto y recogieron sus huellas digitales. Así, si alguien pregunta por él podrían reconocerlo a través de las imágenes.

Aguacondo murió en soledad. Durante ocho meses estuvo internado en el área de infectología del Hospital Enrique Garcés, en el sur de la ciudad. Allí nadie lo visitó. El departamento de Comunicación Social de esta institución incluso trató de buscar a sus parientes y difundió su foto en los boletines para los medios impresos y de televisión.

En el centro médico tuvo una larga agonía. Los galenos le diagnosticaron un cuadro de enfermedad cerebro vascular isquémico, con cuadro neurológico focal, además tenía VIH. Quienes lo conocieron también se dieron cuenta que tenía problemas psiquiátricos.

Uno de los problemas para localizar a su familia es que no se sabe de dónde es él. Además, el cuerpo de Aguacondo solo lo puede sacar un familiar de Medicina Legal. La Ley impide que intervengan fundaciones o, incluso, amigos.

Los cuerpos que nadie retira para darles cristiana sepultura deben primero ingresar al grupo de NN (personas sin nombre). Si en dos meses nadie va a retirar su cuerpo terminaría en un nicho de beneficencia.

Redacción Quito (I)