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2011-04-01 04:27:01

Referato en los genes

JuanJuan Carlos Quirola (der.) heredu00f3 de su padre Adolfo (izq.) el gusto de arbitrar. Lleva 6 au00f1os en Segunda. Foto: Pau00fal Rivas/ UN

J. Carlos Quirola heredó de su padre Adolfo el gusto de arbitrar. Se suma a la tradición Darío, que hace de referato en los intercolegiales.u00a0Las tarjetas, el silbato y los cronómetros que miden el tiempo de disputa de un partido de fútbol es algo cotidiano y que distingue a la familia Quirola de cualquier otra familia futbolera.El patriarca de este linaje es Adolfo, una de las leyendas del referato nacional desde la década de los 70 hasta principios de los 90. Él fue quien tuvo la suficiente personalidad para expulsar a Diego Maradona en 1979, cuando su equipo Argentinos Juniors visitó Quito para medir a Liga Deportiva Universitaria cuando el 'Pibe de Oro' empezaba a deslumbrar.u00a0El partido con Maradona Desde sus inicios, Maradona fue un jugador reacio, se portaba mal. Lo amonesté y seguía con sus reclamos, luego soltó palabras de grueso calibre y me pechó, yo puse los puños y se cayó sentado, explicó el ex colegiado.u00a0Bajaron el Embajador (argentino) y don Rodrigo Paz a pedir que no expulsara a Maradona y yo dije, si la gente vino por Maradona, yo me voy, recordó.u00a0Por aquellos años los jueces que más se destacaban por su regularidad eran Elías Jácome, Jorge Orellana, Alfredo Rodas, Adolfo Quirola y Marco Aguas. Carácter es lo que más había en el arbitraje de antes, lastimosamente los jueces de la actualidad tienen bajones, no salen figuras, incluso hay jueces FIFA pero sus nombres no quedan grabados como en antaño, subrayó.u00a0 Herencia genéticaPara vincular a su hijo al fútbol, Adolfo utilizó el 'look' de un destacado futbolista. Cuando Juan Carlos era niño le dejé el pelo como José 'La Pepona' Reinaldi, porque era rubio. Donde iba mi hijo le decían ahí viene La Pepona relató el ex referí entre risas.

u00a0Los hijos quieren seguir la profesión del padre, así encontramos a médicos, arquitectos, ingenieros y periodistas. Ahora mi hijo y mi nieto siguen esta

profesión, señaló Adolfo en relación a su hijo Juan Carlos y su nieto Darío Cueva, quienes apostaron por el oficio de ser árbitro de fútbol.u00a0El arbitraje se lo siente y se lo lleva con pasión en la sangre. Si volviera a nacer, sin duda sería árbitro otra vez, apuntó.u00a0Una vez mi papá salió disfrazado de policía de un estadio de la Costa y hasta incendiaron el taxi de los árbitros, reconoció Juan Carlos al hablar de lo que su padre padeció en el ejercicio de su trabajo.u00a0Yo heredé la forma de trabajar de él, crecí en ese ambiente futbolero. Me inicié a los 25 años en el referato, ya que decidí tener una carrera universitaria en Ingeniería Financiera obtenida en la Universidad Central del Ecuadoru0094, reconoció el actual juez central, quien llegó hasta la reserva, dentro de las formativas del club Espoli.u00a0Ambición por la segunda categoríaPese a realizar el curso de arbitraje junto a Diego Lara y Roddy Zambrano al mismo tiempo, Quirola se siente demasiado

relegado en la Segunda categoría, donde pita desde hace seis años. Incluso mi papá fue profesor de los tres, pero toca esperar, ellos ya están

pitando en primera.

Seguimos en el escalafón nacional pero tenemos dificultad en ascender. Pero en

esto del fútbol nada está dicho, reconoció.u00a0u0093Si no tuviera condiciones,

yo mismo le dijera que se retire, apuntó Adolfo, el apellido Quirola es un peso para Juan Carlos, ya que si pitara mal, le van a decir que no se parece en nada a su padre, añadió.u00a0Darío Cueva Quirola, a

sus 19 años, continúa con la tradición. El año pasado aprobó el curso de cuarta categoría y ya imparte justicia en los intercolegiales.u00a0Más de futbolero:u00a0Dos cabezazos bastaronAguinaga ahora se viste de amarilloHay calma...por ahoraYa le puso el ojo a Ligau00a0