Pop sinfónico de Fabricio

Desde el cuarto piso de un edificio de apartamentos entre la Asunción y Versalles se puede ver el contraste arquitectónico que predomina en el barrio América, en el límite entre el centro y el norte de la capital.

Viejas villas y residencias se intercalan entre edificaciones modernas y funcionales.En este sector, Fabricio Segovia nació, creció, estudió, jugó y desarrolló su talento como músico y compositor.

Ahora, junto con su banda, está promocionando un nuevo sencillo titulado Quiero amarte así.

El artista quiteño se formó en las aulas de las escuelas Hermano Miguel y Zoila Ugarte, así como también en el Colegio Nacional Mejía.

Aunque estuvo vinculado a la música desde los 8 años, mantiene en su memoria el recuerdo de los partidos de fútbol que organizaba con sus primos y vecinos sobre el pavimento de la calle Vargas.

Asegura que el sector siempre ha mantenido una intensa actividad comercial. Alrededor de su casa no faltan tiendas, mecánicas, bazares, restaurantes, imprentas, incluso su padre administra una de las pocas marqueterías del barrio.

El transporte tampoco es un problema, pues varias líneas de buses circulan por la Versalles, la América o la 10 de Agosto.

Allí también se encuentran algunas de las más tradicionales 'huecas' como los Sánduches de Don Soto o las Quesadillas de San Juan.

El América es un barrio que vive a dos tiempos, con una intensa dinámica comercial durante el día y una solitaria y relativa calma en la noche.

Aunque persisten problemas como la delincuencia y la prostitución callejera, para Segovia y su familia, el barrio América se ha convertido en el repositorio de sus mejores recuerdos.

Fernando Criollo. (I)fcriollo@elcomercio.com

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