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2015-08-11 06:19:12

Chequeos preventivos

EnEn los contenedores de Salud al Paso le abren un historial, le entregan informaciu00f3n y una fruta. Foto: Pavel Calahorrano/ u00daN.
Diana Chamorro

César Taco, de 71 años, es taxista. Trabaja de 07:00 a 19:00. Así que come fuera de casa, en restaurantes. Tiene sobrepeso y le dijeron que está cerca de la obesidad.En el contenedor del programa municipal Salud al paso, le midieron la estatura, le pesaron y le hicieron un examen de glucosa. La nutricionista le hizo una recomendación: no comer varios carbohidratos en un mismo plato.

Está bien, dijo el señor, trataré de no servirme papas y arroz. Desde el 9 de mayo hasta el miércoles 5 de agosto se registraron 53 296 atenciones en los 10 puntos fijos y 11 móviles de Salud al paso. Julio ha sido el mes en el que mayor número de prestaciones se han dado. En total, 21 764 atenciones se anotan. Y hasta la semana anterior se han registrado 6 014 en agosto.

El domingo se cumplieron tres meses desde que el programa arrancó. El objetivo es cubrir 220 000 hasta fin de año.

La inversión de la Secretaría Metropolitana de Salud es de USD 1 700 000. César Taco, taxista, es afiliado voluntario del Seguro Social. Pero prefiere no ocuparlo para chequeos preventivos. En un mes debo volver a Salud al paso, para que chequeen si progresé o no.

Lo hará luego de trotar en el parque La Carolina. El secretario de Salud subrogante, Ricardo Paredes, apunta que una enfermera y una nutricionista reciben a la ciudadanía en los puntos. No hacen diagnósticos médicos. No pueden calificar a las personas como obesas, hipertensas o diabéticas.

Solo les asesora para que hagan conciencia de que el exceso de peso les lleva a la inacción, quedan expuestas a infartos, accidentes cerebro vasculares... El propósito de su trabajo es que cambien sus hábitos para que lleven un estilo de vida saludable. Es decir, que practiquen ejercicio, que dejen de fumar y no coman tantas grasas e hidratos de carbono.

Aquí es tradicional pedir que le sirvan en el plato un 'Chimborazo de arroz', anota Puente.

En Quito, la prevalencia de sobrepeso y obesidad entre personas de 19 a 59 años alcanza al 63,5% de la población. Esto significa un punto más que lo que se registra en todo el país, según los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del 2012. Nelson Cevallos es técnico de tratamiento de aguas residuales. Vive entre Quito y la Amazonía por trabajo.

Él supo de Salud al paso de casualidad.

La semana pasada caminaba por el parque El Ejido y se encontró con el contenedor del programa. Él es diabético e hipertenso. Se trata en un consultorio particular. Ha subido de peso y le pidieron no descuidarse y comer sano. Me preguntaron en qué me desmando y les conté que no puedo comer en casa por mis actividades, relató este hombre.

Tiene la intención de cuidarse, de evitar las grasas y disminuir los carbohidratos. Según Paredes, la meta es generar conciencia entre los ciudadanos. De esta forma no esperarán a estar enfermos para hacer algo por su salud. De ese modo también no se invierte tanto en curarlos.Mariela Rosero