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2015-10-08 06:14:25

Édison Cosíos ya puede hacer OK

Édison Cosíos muestra señales de mejoría. Al principio pudo levantar un dedo, luego su mano y en la actualidad mueve todo su brazo derecho. Ante las peticiones de su mamá, el muchacho levanta la mano y hace el signo de aprobación con el pulgar arriba. El joven también ha recuperado peso y abre los ojos.Actualmente pesa 58 kilos. Mide 1,80 metros. Cuando estuvo en su peor crisis bajó hasta los 26 kilos y se notaban sus huesos pegados en la piel. En el 2013 alcanzó los 46 kilos.

La recuperación de Édison se evidencia hasta en sus actitudes. Cuando alguien extraño lo visita, se mueve y balbucea. El joven cayó en estado vegetativo el 15 de septiembre de 2011, cuando fue impactado por una bomba lacrimógena disparada por el teniente de Policía Hernán S. Ocurrió en medio de manifestaciones violentas en los alrededores del Instituto Nacional Mejía, en la calle Vargas.

Durante un año y medio permaneció en estado vegetativo y afrontó meningitis, múltiples infecciones y, en julio pasado, se le detectó insuficiencia renal crónica, que le afectó el 41% de sus riñones. Los médicos evaluaron hacerle un talle vesical (procedimiento quirúrgico para que pueda evacuar la orina), pero también dieron la oportunidad de hacer sondajes sin la necesidad de una operación.

La familia se decidió por la segunda opción, para no someterlo a una cirugía que implicaba el uso de anestesia general. Vilma Pineda, madre de Édison, dijo que pese a estas complicaciones, su hijo se aferra a la vida y sigue luchando. Ella recalca que parte de su recuperación se debe a las terapias que se realizan en su casa, ubicada en la Argelia Alta, barrio del sur de Quito.

El Gobierno Nacional acondicionó una planta de la vivienda para que Édison reciba el tratamiento médico necesario. Ahí lo visitan especialistas que lo ayudan con la motricidad, las funciones cerebrales y, últimamente, con técnicas para comer alimentos.

Pineda espera que pronto su hijo no tenga que utilizar un traquestomo instalado en su cuello y pueda respirar por la nariz. Se hacen esfuerzos gigantes para que el muchacho, quien era líder político y jugador de fútbol, consiga esta meta.

Édison ha demostrado que logra cosas que muchos calificarían de milagros.

Diego Puente. (I)dapuente@elcomercio.com