No a maltratos ni 'chulos'
Aprendí a comprender a muchos hombres, porque el trabajo sexual no solo es cuestión de ir a auna habitación a acostarse y tener una relación sexual a cambio de dinero,
sino que a veces una hace de psicóloga, ya que mucha gente llega a contar sus problemas. Una puede aprender a
ser más humana y comprensible.Yo no ingresé al trabajo sexual por mi propia cuenta, a mí me ingresó un vividor, pero gracias a Dios me di cuenta a tiempo que su intención era vivir como parásito de mi trabajo y lo dejé. Aprendí que no es bueno estar junto a este tipo de hombres que explotan y que
maltratan a mujeres.Aprendí mucho sobre la prevención de enfermedades de transmisión sexual, ya que vamos a talleres.Antes no era así, antes se creía que la mujer era solamente una vagina y que tenía
que estar bien de salud para servir a otros. Ahora es diferente, nos tratan con más respeto. Hemos conseguido que se cambie la realidad de la
trabajadora sexual.