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2016-01-30 10:26:29

Quito aplaude a Sarzosita

ElEl alcalde Mauricio Rodas entregu00f3 el reconocimiento a u00d3scar Guerra. Atru00e1s, su hermano Marcelo. Foto: cortesu00eda Municipio de Quito y Diego Puente
Santiago Sarango

El Salón de la Ciudad, en el Municipio de Quito, fue el lugar en donde ayer se entregó un galardón a Óscar Guerra, más conocido como Sarzosita, la dupla inolvidable de Don Evaristo.

Óscar Guerra, todo un personaje de Quito, fue un maestro de la sátira, del humor quiteño... Y por eso recibió el galardón Marieta de Veintimilla, que se entrega a las personas que han prestado servicios relevantes a la ciudad.

Diferentes personalidades lo acompañaron: Absalón Rocha, Marco Proaño Maya, el concejal César Garnica. También lo saludó el concejal Jorge Albán, hijo de Ernesto Albán.

A las 10:50, la sobrina de Sarzosita comenzó el acto indicando que Óscar Guerra nació en 1924, creció y se formó en el barrio de Santa Bárbara; asistió a la Escuela Sucre, luego al Central Técnico... Siempre cuidó esa actitud positiva del quiteño, por supuesto fue un buen trompón y sigue siendo hincha a muerte del Deportivo Quito.

Enseguida tomó el micrófono su hermano, Marcelo Guerra; comenzó diciendo un gracias por el homenaje que le hacen en vida a su hermano.

Recordó la actuación de una estampa que vivió, junto al Sarzosita, en una gallera de Tulcán, provincia del Carchi. Un montón de peripecias... El alcalde Mauricio Rodas hizo el reconocimiento oficial al querido actor.

Dijo que Sarzosita fue un personaje que llenó de alegría los corazones y dibujó muchas sonrisas no solo en la gente de Quito sino de todo el Ecuador.

Agregó: Es usted un símbolo de lo que se puede alcanzar en los espacios del arte y la cultura cuando son manejados con responsabilidad; cómo no recordar con nostalgia esas estampas quiteñas de nuestro querido Sarzosita y Don Evaristo. Ahí esta la identidad quiteña de una forma tan clara y directa, ahí esta la sal quiteña y el humor quiteño.

Tras la entrega, Sarzosita se levantó de su silla y con paso lento y siempre ayudado de algún amigo se ubicó frente al micrófono. Del público presente nació un grito: bravo; y enseguida un fuerte aplauso...

Mi jefe y maestro (Ernesto Albán) decía que el público quiteño y ecuatoriano son los que le llevaron a la cumbre. Les llevo en el corazón. Gracias público ecuatoriano... , dijo el homenajeado.

Los aplausos se multiplicaron. Y así Roberto Zumba, con su música, bajó el telón imaginario de este acto que rinde tributo a un actor inolvidable.

Betty Beltrán. (I)bbeltran@elcomercio.com