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2016-05-09 15:04:16

Sí agasajaron a las mamis en los albergues

LasLas madres del albergue u00d1an u00d1an Maru00edn recibieron premios y se divirtieron. Foto: Diego Pallero/u00daN
Gabriela Coba

Con la emoción de un niño cuando recibe un dulce, María Isabel Zamora comía su chocolate que, por el calor, se derretía entre sus dedos.La mujer de 72 años, llevaba a su boca pedazo a pedazo la golosina que fue uno de sus regalos en el Día de la Madre. Esta ocasión fue diferente a otros años: despertó en una carpa, almorzó con extraños y lo celebró en un albergue. Pero, la alegría no cambió.

Desde las 08:00 se iniciaron los festejos en el albergue Ña Ña Marín. Emocionada, Zamora cuenta que llegó un mago y les hizo varios trucos, los militares las agasajaron y les regalaron una bolsa con productos para el higiene personal y chocolates; su golosina preferida. Ya soy bisabuela, contaba orgullosa a las otras mujeres que se sentaban a su alrededor. En años pasados siempre celebró la fecha junto a su familia, pero esta vez su hija se fue desde muy temprano a la que era su vivienda, antes del terremoto, para evitar que alguien se lleve lo poco que todavía les queda.

Todos los días su hija se levanta muy temprano para ir a cuidar al que antes era su hogar. Vuelve solo por las noches para dormir con Zamora. Sus otros hijos hasta la tarde de ayer no habían ido a visitarla, pero no perdía la esperanza de que fueran en la noche.

Lo que más le gustó es que en este día los hombres del albergue fueron los encargados de preparar y servir el desayuno, el almuerzo y la cena. Con esto concuerdan todas las mujeres que viven en las carpas.

En los refugios improvisados de Bahía también se llevaron a cabo varios festejos. El párroco de la iglesia de La Merced, Bruno Roque Dos Santos, organizó con jóvenes voluntarios un recorrido por los barrios de San Roque y Bellavista. Allí les dieron una serenata a los afectados, les pintaron la cara a los niños y les prepararon un desayuno.

En otro sector de Bahía, 100 madres jugaban bingo en el parque Rotary. Llenaban sus cartillas según el número que se escuchaba en los parlantes. Entre los premios había artículos personales y del hogar.

Isabel Alarcón desde Bahía. (I)

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