El Nacional, en la lista de los ofendidos

De las feroces definiciones de Rafael Correa no se han salvado los u0093peluconesu0094, las u0093gorditas horrorosasu0094, los u0093sicarios de tintau0094, las u0093momias coctelerasu0094.u00a0Tampoco los u0093criminalesu0094 (así llamó a quien hoy preside un país vecino) y otras personas o grupos que han tenido la mala suerte de cruzarse con la intemperancia del Mandatario.u00a0Hace una semana, el turno fue del fútbol. En una intervención que la he visto y escuchado algunas veces (como para no opinar en vano), Correa tiene expresiones por demás infelices hacia una de las divisas más gloriosas de nuestro deporte, la del Club Deportivo El Nacional.u00a0Cuando Correa habla de un u0093apoyo descaradou0094 que habría recibido El Nacional durante los gobiernos militares de los años 70, no toma en cuenta que las Fuerzas Armadas no formaron el club con el fin principal de ganar títulos, sino de formar a los mejores futbolistas del país (algo que ha cumplido) y ser un baluarte del criollismo, lo que también ha llevado adelante.u00a0Dudo que Rafael Correa conozca la historia del fútbol ecuatoriano, por eso opinó como lo haría un fanático furioso en el foro de Internet o en la barra de amigos.u00a0Y Correa, por más hincha que sea, no se puede dar el lujo de sumar a El Nacional a la lista -lamentablemente amplia- de ofendidos por su intolerancia.u00a0Más artículos de Esteban Ávila:u00a0La mejor escuela es el MundialEl biotipo y el físico, nuestras fortalezasCaminará al filo de la cornisaConflicto en infracción a normas éticasIdentifique bien a los periodistas ingeniero¿Será que el despertar empezó ayer?El Sub 17, una verdadera escuelaSelección casi completaBarcelona: no a la utilización oficialMala fama para los futbolistas paisanosOjalá que Cevallos no vayaTodo se deba a la falta de coherenciaDeben ser castigos más serios¿Seguro cada día son más grandes?Que se acabe la clásica polémicaLección para Sixto: no dar papayaBarcelona de hoy = Guayaquil de los 80Sociedad anónima no es la soluciónLos vándalos están en mi barrioLa crítica ignorante y con mala feUn torneo solamente para dos equipos Bucaram inició el cáncer Hacerse el bravo no le queda a Harb