Ya no hay empacadores
Han desaparecido de los supermercados del Distrito Metropolitano. De eso, hace aproximádamente dos semanas.
Niños y jóvenes se dedicaban cada fin de semana a sacar las compras de los
clientes a cambio de una propina.
Andrés (nombre protegido por tratarse de un menor de edad) fue uno de ellos. Él recuerda que ingresó al
Supermaxi hace nueve meses, con el anhelo de
conseguir
un ingreso económico que le permitiera
pagar sus estudios.u0093Cuando logré entrar a la empresa me sentí muy feliz. Al fin podía tener mi platita y ayudar a mis padresu0094, manifiesta.
Andrés asegura que gracias a esa actividad lograba conseguir, en un buen día,
USD 15. Esa cantidad
le servía para pagar los USD 50 de pensión del colegio donde estudia.Pero su alegría duró poco. u0093De repente nos llegó la noticia de que ya no vamos a poder trabajar. De lo que entiendo esto fue ocasionado por la ley de trabajo.
En verdad me da
mucha pena, pues las monedas que ganaba eran de gran ayudau0094, dice.u00a0La ausencia de los empacadores en los supermercados también ha generado curiosidad
entre los clientes. u0093El pasado fin de semana fui al 'súper' a adquirir unas
cosas y me extrañé al no ver a los chicos que ayudaban a llevar los productos hasta los autos a cambio de unos USD 0,50u0094, comenta Marta Segovia. La pregunta que inmediatamente ella se hizo fue: ¿qué pasó con esos chicos? Álvaro Jijón, jefe de empleo
del Ministerio de Relaciones Laborales, tiene la respuesta.
Él aseguró que los niños y jóvenes han dejado de trabajar gracias
a un programa que se emprendió a
comienzos de año y cuyo objetivo
es erradicar el trabajo infantil. El funcionario aclara que los empacadores no fueron los únicos que dejaron de realizar sus actividades. También lo hicieron los ladrilleros, voceadores, betuneros y niños que trabajaban en los basurales.La iniciativa responde a un convenio internacional en el que el Ecuador se compromete a implementar actividades y políticas que vayan encaminadas a eliminar el trabajo de niños y niñas.
Jijón reitera que el programa se realiza
con
la ayuda de las
empresas involucradas y los
padres de familia de los chicos, para intentar erradicar u0093este malu0094 y
mejorar sus condiciones de vida.Pero, ¿cómo van a evitar que vuelvan a trabajar? Jijón afirma que el proyecto no solo saca a estos grupos de las
empresas, sino
que también
ayuda
a que sus tutores tengan más oportunidades laborales y de
esa manera evitar que sus hijos
tengan que salir a realizar
actividades
que no son acordes a su edad.u00a0
Hay que buscar alternativasBladimir Chicaiza / Coordinador Nacional de la Organización Internacional del Trabajo, sede Ecuador. Hay que comprender que estos programas no buscan generar despidos, sino mejorar las condiciones de vida de los niños y jóvenes del país. Para tener una idea: en Ecuador existen 663 000 niños trabajadores. Esa cifra es
similar a la de los
adultos que pueden trabajar pero que no tienen donde. Sería genial que estas iniciativas también impulsen la creación de nuevas plazas de trabajo
para que los chicos no tengan que verse forzados a realizar este tipo de actividades. Además, hay que fomentar el estudio, pues los niños y jóvenes tienen que prepararse para tener un mejor futuro.