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2010-11-29 15:13:22

El río Monjas se tiñe de rojo

ElEl ru00edo Monjas se extiende  hasta  la parroquia de Pomasqui. El barrio Parcayacu se siente afectado por el mal olor. Foto: archivo particular.
Julia Mantilla

Horrendo problema ambiental a causa de las fábricas.u00a0Atrás de su vivienda, a orillas del río Monjas,

tenía sembríos de hortalizas y árboles de aguacate. En ese entonces, ese afluente era pequeño y limpio. Hoy eso ha cambiado.Quien habla es Mary Pucachaqui, vecina de hace 42 años del barrio Parcayacu,

ubicado en el lado oriental

de la autopista Manuel Córdova Galarza (vía a la Mitad del Mundo) y que colinda con el río Monjas. El nivel de agua aumentó, perdió los cultivos y las casas ya se encuentran al filo del río, cuenta la moradora. Eso no es todo: el caudal se torna de colores y el olor se vuelve insoportable. Según ella, la causa de ese problema es por las industrias que se encuentran alrededor de la zona.Esto sucede con frecuencia entre los días de la semana, u0093el agua se pone de color rojo, azul y, a veces, verdeu0094, indica

Sonia Balseca, quien habita en la zona hace más de 10 años. Y, ¿a qué huele?

u0093Algunas veces

a medicina y otras como a aceite quemadou0094, agrega la moradora. Por su parte, Carlos Celorio, propietario de una vulcanizadora, manifiesta que

u0093cuando hace sol el agua apesta. El mal olor se siente clarito en todo el barriou0094. En la zona afectada se asientan alrededor de 50 familias.

Ellas ya se han organizado. Según Balseca ya han presentado fotografías y videos de la contaminación del río al Municipio, pero no han visto resultados positivos.

Han venido a ser inspecciones y dicen que ya están haciendo obras, pero nosotros no vemos nadau0094, agrega la vecina.Planta de tratamientoTony Gómez, director de la supervisión del Programa de Descontaminación de los ríos de Quito de la Emaapq, precisa que en ese sector se tiene previsto implementar la construcción de interceptores para separar las aguas lluvias, las residuales y las domésticas, que son las que contaminan el río Monjas.

La idea es llevar esas aguas a una planta de tratamiento que se levantará en el sector de San Antonio de Pichincha así no existirá una descarga directa y únicamente se mantendrá el caudal natural del río, explica el funcionario. Sin embargo, esto es un plan a largo plazo. Las obras se realizarán dentro de dos o tres años. Mientras tanto...Gómez indica que está en vigencia la Ordenanza 213, la misma que permite controlar que las fábricas

no contaminen con sus descargas los afluentes de la ciudad.En ellas se establecen sanciones para los infractores y para hacerla cumplir es necesario que la comunidad afectada dé

a conocer el problema (ver recuadro). En cuanto al crecimiento del caudal del río, Gómez explica que los vecinos no tienen de qué preocuparse, pues los interceptores

disminuirán el caudal de agua y evitarán la erosión que aproxima a las casas a la orilla del afluente. Mientras tanto, los vecinos tienen que

esperar. Balseca, Pucachaqui y Celorio lamentan tener que hacerlo. Temen por sus vidas y por la salud de los suyos.