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5 de enero de 2017 15:44

Claustro, a rehabilitación

Los fondos que se recaudan servirán para mejoras en el claustro del museo de San Francisco. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Los fondos que se recaudan servirán para mejoras en el claustro del museo de San Francisco. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Betty Beltrán

Hasta este domingo estará la exposición de 60 belenes en el convento de San Francisco, ubicado entre las calles Cuenca y Sucre. El dinero recaudado por la entrada servirá para rehabilitar uno de los lugares más emblemáticos del complejo: el claustro del museo.

Se trata de uno de los más importantes que tiene el convento, de hecho es el segundo más grande de todo el complejo mejor conservado de América Latina. El lugar tiene mucha historia, comenta Pablo Rodríguez, administrador del Museo Fray Pedro Gocial.

Allí funcionó, por ejemplo, uno de los primeros cementerios de la ciudad y, años después, aún hay evidencias de aquello: en el centro del patio se levanta una cruz de piedra del siglo XVII y, en el centro, una lápida antiquísima.

En una de las esquinas del patio hay una pila bautismal de piedra que, según la tradición, fue una de las primeras que tuvo la ciudad. Al inicio estuvo en el interior de la iglesia franciscana y fue usada por los primeros frailes que llegaron a Quito, para el bautismo de los indígenas, explica Rodríguez.

Años después, en el mismo claustro del museo funcionó la denominada Escuela Seráfica, la imprenta Fray Jodoco Ricke, incluso un cuartel en el gobierno del general Eloy Alfaro.

Hoy, el patio luce algo olvidado. “No es por descuido, sino por falta de recursos económicos”, acota Rodríguez.

Así que para que los visitantes del museo disfruten también de esos espacios, se decidió rehabilitarlo en contados días. Con ello, incluso, se ofrecerá un extra a los paseantes que acudan a observar las muestras que presentan en las galerías del museo, pues el claustro está justo en medio de ellas.

Solo así, en un par de meses y tras la rehabilitación, el visitante del museo podrá ingresar al patio del claustro y descansar en las bancas que se piensan colocar; también habrá una cafetería.

La idea es que la gente se relaje y, lo más importante, aprenda sobre la historia del complejo de San Francisco, que tiene 13 claustros.