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3 de enero de 2017 13:47

Firme o suave todo depende de sus necesidades

Foto: Ingimage

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Paola Gavilanes

Contrario a lo que la mayoría piensa, para que un cuerpo descanse requiere, además de las seis u ocho horas diarias de sueño, de un colchón que se adapte a sus necesidades: patologías, estatura y peso; y de una buena almohada.

El mercado, según el médico general Marco Padilla, ofrece una infinidad de marcas, texturas, estilos y colores para que cada persona seleccione el que más le convenga, el que le brinde mayor confort.

Un niño, por ejemplo, requerirá de uno con textura suave, mientras que una persona de la tercera edad podría inclinarse por uno más firme. Una persona con sobrepeso tendrá que buscar un colchón más fuerte. Así evitará que el colchón pierda su forma con facilidad y obligue al usuario a tomar posiciones incorrectas, las mismas que pueden afectar al sistema óseo y al corazón.

Después de que haya seleccionado la textura de su colchón debe verificar que sus pies se mantengan dentro del mismo, pues según el galeno muchas personas los dejan colgados, alterando la circulación.

Para evitar aquello es importante contar con un margen de 10 centímetros: cinco en la parte superior y cinco en la inferior.

Otra recomendación para que el cuerpo descanse eficazmente consiste en mantener la columna vertebral completamente recta, para ello, advierte el especialista, se requiere también de una almohada adecuada.

La mejor posición para tener un buen dormir es la fetal o lateral, mientras que en el segundo casillero está la vertical, boca arriba.

“Las personas -adultos y niños- deben dormir como mejor se acomoden, pero las dos son las más indicadas”, contó Padilla.

La posición boca abajo demanda mayor esfuerzo del organismo para respirar y con seguridad se levantará con dolor de cuello.