De la manito llegaron al diálogo
No hubo alfombra roja sino azul, sobria y con caché. Por esta, uno a uno, pasaron los aspirantes al sillón presidencial del Ecuador. No estaban con traje de luces, pero sí formalitos y con una consigna clara: entrarle con todo al Diálogo presidencial 2017.
Las barras se quedaron afuera, porque, puertas adentro de El Comercio y TVC, el objetivo era que los presidenciables expusieran sus ideas y propuestas.
El primero en llegar fue el general Paco Moncayo, bien acompañado de su esposa y su binomio, Monserrat Bustamante.
Cada uno tuvo una oficina para guapearse y ajustar estrategias. Al General, a la hora de la alindada le preguntaron si ¿spray o cera? De una, sonriente, contestó: “Como vea que me quede mejor que nunca”.
Lenín Moreno fue el segundo en llegar, también con su consorte y parte de su equipo. La guapeada no se pudo ver. A él le tocó una oficina en la planta baja de las instalaciones. Eso sí, dejó sentado que llegaba con un ‘no a la confrontación’.
Patricio Zuquilanda, el candidato por Sociedad Patriótica, esperó un ratito antes de hacer su entrada. Antes de ingresar al set, como si de un ritual se tratara, junto con sus acompañantes, hizo la seña característica de su partido. Les tomó la lección, pues no todos sabían lo que significaba.
Iván Espinel, el candidato más guagua, llegó con una pinta más informal, sin leva y también de la mano de su esposa. Camino a la oficina asignada, pasó saludando con todo el mundo.
Luego se unió al grupo Abdalá (Dalo) Bucaram, el candidato con más FE. Para no romper con la tradición de los antecesores, llegó con la Gaby Pazmiño, su esposa. Estaba previsto que acudieran con sus guaguas, pero finalmente no se dio.
Quien sí llegó con los guaguas, ya un poco crecidos, fue Guillermo Lasso. No perdió el chance de hablar de su primer millón, pero de empleos.
Washington Pesántez, otro que entró acompañado de su esposa, arribó corriendo. No por atrasado, sino porque recordó que ya había estado en las instalaciones de San Bartolo, pues ha participado en la Carrera ÚLTIMAS NOTICIAS.
La que sí rompió la tradición fue Cynthia Viteri. Ella arribó con la familia, pero sin otra pareja que su binomio, Mauricio Pozo. Ellos fueron los últimos en llegar.
Luego de la pasarela, los rituales, las guapeadas y los ajustes de estrategias, los presidenciables entraron al set. Las esposas estaban ojo y algunas, como la Gaby, tomaban fotos. El debate terminó con besos y abrazos de los candidatos.