Harta tradición en Conocoto

La música, la danza, las vacas locas, los trajes tradicionales y mucho más son parte de las tradiciones que, pese al paso del tiempo, no se pierden en los rincones del Distrito Metropolitano.

Al mismo tiempo, en las manifestaciones hay un mix de prácticas y creencias. Conocoto es uno de los escenarios donde ese sincretismos está vivo.

Las misas del Niño son una de las manifestaciones, en las que el mix de costumbres salen a flote. El fin de semana, por ejemplo, por las calles del poblado desfilaba una familia entera.

Pero el evento no fue así nomás, todos los participantes estaban con sus mejores galas. Con banda de pueblo avanzaban por las calles aledañas al parque de la localidad.

Hombres y mujeres se movían con gusto, al ritmo de música tradicional de las comunidades indígenas de la región Sierra. Las mujeres lucían trajes coloridos y los hombres, engalanados con atuendos blancos y sombrero oscuro.

Los integrantes de la banda de pueblo, en cambio, estaban con sus mejores galas, bien enternados.

Los diablos humas no podían faltar. En el desfile había como cuatro por falta de uno. Ni el frío les quitó el gusto de bailar y participar en el desfile.

Desde los más pequeñitos fueron parte del acto que hasta hizo que vías de Conocoto se cerrarán al paso vehicular. No ve que fue gran farra.

Otro personaje que no falta en los desfiles por las misas del Niño es la vaca loca. Claro que en el evento del fin de semana estaba tranquilita nomás, no andaba lanzando chispas. Este personaje es infaltable en las fiestas de Corpus Christi, al igual que los castillos.

Las vacas locas, como la de Conocoto, están hechas con una estructura de carrizo y, en fiestas grandes, de ley tiene pirotecnia. Hay versiones de que esta tradición llegó con los españoles y salía a flote en las fiestas religiosas. Sin embargo, ahora también se la ve en matrimonios, bautizos, entre otras celebraciones.