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17 de abril de 2017 13:11

¿Llegará el 'profe' Munúa a diciembre?

Gustavo Munúa dando instrucciones a sus jugadores durante el cotejo entre Macará y Liga de Quito. Foto: API

Gustavo Munúa dando instrucciones a sus jugadores durante el cotejo entre Macará y Liga de Quito. Foto: API

Mauricio Bayas

El DT de Liga de Quito, Gustavo Munúa, entró al camerino y pidió que nadie baje la cabeza. Fue la cuarta derrota en el torneo y el silencio en el camerino azucena fue el reflejo del momento actual. El estratega ‘yorugua’ intentaba levantar el ánimo de sus pupilos. Ayer se vivió un velorio tras la derrota ante Macará (1-0), en el Bellavista de Ambato.

Munúa, en la conferencia de prensa, habló de lo que pasa con el equipo. “Es un momento difícil de imaginar. Tendríamos que tener un equipo muy malo para perder los partidos así, pero no es la realidad. Los puntos se van apretando. Hay que estar más juntos que nunca. Tengo el apoyo de los directivos y la hinchada nos acompaña. El campeonato se acaba en diciembre”, explicó el entrenador de 39 años.

Munúa se mostró convencido, pese a la derrota y ubicación en la tabla de posiciones, hoy tendrá el respaldo de la Comisión de Fútbol. A Munúa le asiste la razón en algo: la suerte no le ayuda. Sin tener un patrón un juego que guste a la hinchada, llega al arco rival a los atropellos. No hay jugadas elaboradas.

El técnico dijo que es cuestión de paciencia y tiempo para trabajar. Sin embargo el momento es de tensión. Ayer, la ‘U’ desperdició el primer tiempo, cuando dominó y tuvo la pelota, pero le faltó profundidad. Macará y Liga fueron un concierto de la mala entrega del balón.

La ‘U’ tampoco aprovechó la pelota detenida. En el primer tiempo levantó tres tiros de esquina y ninguno generó peligro. A los 33 minutos, tuvo un tiro libre y Fernando Guerrero desperdició el lanzamiento al definir mal. El peliteñido ‘Chiqui’ Guerrero se cambiaba de lado buscando sorpresa, pero se perdió en el ataque. Jonathan González tampoco desbordó.

Esa falta de abastecimiento llevó a Barcos a jugar lejos del arco, en una zona donde no generó peligro. Solito, el ‘Pirata’ peleaba las pelotas y cuando levantó centros, no había nadie en el área. En el segundo tiempo, Liga sí fue un pelotón de fusilamiento sin puntería. El único disparo que acertó fue anulado y el festejo albo se congeló sin explicaciones. Munúa se volvía loco preguntando al cuarto árbitro qué mismo pasó.
“Duele porque llegamos y no podemos marcar. Ellos atacan dos veces y nos hacen un gol”, resumió Horacio Salaberry.

Cuando parecía que Liga se llevaba el punto, hasta que Carlos Arboleda anotó el tanto que amargó a los hinchas albos que fueron mayoría ayer, y salieron muy enojados del estadio.