placeholder
Noticias
17 de abril de 2017 11:49

Marco pasó de boxeador a futbolista

Marco Mina ahora juega en Puerto Quito. Foto: Cortesía de Marco

Marco Mina ahora juega en Puerto Quito. Foto: Cortesía de Marco

Redacción Deportes

La historia deportiva de Marco Mina -designado por AFNA como el Mejor del Provincial de Segunda Categoría-comenzó ‘sin querer queriendo’.

Cuando era guagua veía a su ñaño Alejandro entrenar box. Le llamó la atención, no tanto por el deporte como tal, sino porque veía en el pugilato una oportunidad para ayudar económicamente a sus padres.

Lo intentó, pero bastaron siete meses para darse cuenta que no era lo suyo. Un día mientras corría junto a su hermano un balón llegó a sus pies. Eso fue suficiente y le quedó la ‘pica’ por el fútbol. “Al inicio le costaba un poco pero cada vez fue preparándose mejor y logró entrar al fútbol profesional”, recuerda su hermano boxeador.

Mina juega en el Puerto Quito de la Segunda División y el año pasado fue el Jugador más destacado.

Su historia en el fútbol empieza en el Puerto Quito como delantero. Después, estuvo en el Águila de Santo Domingo, el club de Carlos Alfaro Moreno en Guayaquil y desde el año pasado, nuevamente en el cuadro de Puerto Quito.

También estuvo en una selección de Pichincha, en donde conoció al profesor Sixto Vizuete, exseleccionador nacional. Allí, el oriundo de Guaytacama le dejó una frase que Mina siempre recuerda: “él siempre me decía que piense bien lo que voy hacer y que jamás me rinda, aunque las cosas no me salgan bien”.

El ñeque y coraje de Marco se forja a diario, desde las 08:40 se entrena por cerca de cinco horas todos los días. El resto del día descansa y por las tardes enseña crossfit en un gimnasio.

Él se da tiempo para todo. Entre el entrenamiento, las clases de crossfit también se dedica a su enamorada y hasta le hace a la natación, porque es otro de los deportes que le fascina.

Cada que puede se va a las piscinas a pegarse unos buenos clavados.

Pero eso sí, no hay momento que no deje de pensar en fútbol. “Él vive y muere por el fútbol, no tiene cabeza para más”, cuenta Laura Verdezoto, la ‘pelada’. Ella está orgullosa de su amorcito y está segura que él llegará muy lejos. Lo acompaña a los partidos y es su soporte moral cuando pierde los partidos.

Junto a ella, está su familia que es su mayor inspiración. Víctor Mina (+) y Cecilia Molina, son sus padres. Él dice que siempre lo apoyaron en el deporte.
Mina juega de delantero y en cada entrenamiento aprende todo lo que el ‘profe’, Héctor ‘Pipa’ González, puede enseñarle.

Él le motiva y exige para que Marco sea el mejor. “Lo que más me gusta de mi entrenador es que puedes sentir que las palabras que te dice son sinceras, entonces eso le mueve a uno”, cuenta agradecido del apoyo que ha recibido de sus compañeros y del cuerpo técnico del Puerto Quito.

Es hincha de Barcelona Sporting Club y del Barcelona de España. Confiesa que algún día le gustaría jugar en Liga de Quito. Hasta que llegue el momento, sigue combinando el fútbol, el crossfit y la natación. Para Mina, el premio que le dio AFNA lo motivó para seguir dando pelea en la Segunda.