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20 de enero de 2017 12:02

Mauricio Rodas no convenció a todos

La sesión del Concejo fue una verdadera largura. Empezó a las 10:00 y acabó a las 18:30. Foto: Paúl Rivas / ÚN

La sesión del Concejo fue una verdadera largura. Empezó a las 10:00 y acabó a las 18:30. Foto: Paúl Rivas / ÚN

Redacción Últimas Noticias

Una eternidad fue la sesión extraordinaria del Concejo Metropolitano de Quito. El tema principal era las funciones y delegaciones de funcionarios municipales y asesores que han actuado en representación del Alcalde o del Municipio en el proceso de contratación del Metro y otros contratos de obras públicas en la actual administración. Pero, en ocho horas y media, se sacaron bastantes cueros al sol.

La polémica nació por Mauro Terán, acusado de una presunta defraudación fiscal, y su relación con la Alcaldía de la capital. Además, por el sonado caso de presuntos sobornos de la empresa brasileña Odebrecht, que se está desvinculando del consorcio que construye la fase dos del Metro.

Primerito, el gerente del sistema de transporte, Mauricio Anderson, dio un informe de las denominadas mesas de trabajo que hubo en el proceso de la segunda parte del proyecto. Días atrás, había dicho que hubo reuniones informales en el proceso. Ayer, en cambio, dio fecha y asistentes.

Anderson no convenció a los ediles de País ni a concejales como Daniela Chacón ni a Ivonne Von Lippke. Le cayeron porque, según ellos, no bastaba con cambiar de nombre de reuniones informales a mesas de trabajo. Luego le pidieron hasta los borradores de las actas de estas. Respondió que hubo un acta final.

El Gerente también indicó que los términos con los organismos multilaterales que financian el proyecto no daban chance de declarar desierto el proceso de contratación. Esto con el objetivo de buscar un precio más bajo. Recordará que el valor fue mayor al referencial, de USD 1 500 millones, y quedó en alrededor de
2 009 millones. Le refutaron.

Luego otra vez salió el nombre de Terán y fue una de las mayores larguras en la sesión. Otra vez se dijo que no era funcionario.

El alcalde Mauricio Rodas pidió leer por la Secretaría del Concejo un listado de certificados de las cabezas de las entidades municipales. En estos se descartaba que Terán estuviera involucrado en toma de decisiones o disposición de platas. Más de una hora duró la lectura. Lo único que cambió entre uno y otro documento fue el nombre de quien puso la firma y de la institución.

Luego llegó el informe de Rodas sobre su asesor. Aseguró que el rol de Terán no atenta contra el marco normativo que rige al Cabildo. Resulta que era un consejero solo en temas políticos.

Rodas indicó que “ha quedado certificado que ninguna otra persona externa al Municipio ha aportado criterios relacionados a la gestión”. Y que las asignaciones que hace son por escrito.

Luego de eso saltaron concejales no afines a Rodas. Y aparecieron ejemplos de participaciones del personaje, como en la conformación de comisiones del Concejo.
Los ediles Chacón y Carlos Páez indicaron que han recibido testimonios de ciudadanos involucrados en proyectos como la Solución Guayasamín.

Supuestamente, Terán andaba en las reuniones con los vecinos. Rodas dijo que eran citas públicas.

Del lado del Alcalde, defendían que no es pecado tener asesores externos. El edil Marco Ponce dijo que hay concejales, como Susana Castañeda, que también tienen los suyos. Y entre comentarios de lado y lado, la sesión se extendió hasta las 18:30. Algunos hasta anunciaron que después de dos años se retirarán de la política. Rodas, en cambio, dijo que la largura de la sesión era prueba de que ganas de informar hay.