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6 de febrero de 2017 11:40

Megacaravana ‘piratatemática’

El monigote de Hernán Barcos fue uno de los más llamativos en la Megacaravana de ayer. Eduardo Terán / ÚN

El monigote de Hernán Barcos fue uno de los más llamativos en la Megacaravana de ayer. Eduardo Terán / ÚN

Redacción Deportes

El debut de Hernán Barcos en la ‘U’ fue la principal motivación de los hinchas azucenas que se citaron en tres puntos de la ciudad para conformar la Megacaravana ‘Siempre contigo Liga’, que ayer cumplió su edición decimoquinta.

Más de 500 automotores participaron de este evento que se inició cuando 30 vehículos partieron desde la Tribuna del Sur a las 09:12, para unirse a los hinchas que aguardaban en la plaza Indoamérica y estos a su vez, juntarse en La Y, con los que venían desde la Tribuna de los Shyris.

Los hinchas lucieron banderas, globos, afiches, réplicas de los trofeos internacionales que el club obtuvo, y además, dedicaron monigotes y pancartas al ‘Pirata’ Hernán Barcos, quien ayer jugó su primer partido en su segundo ciclo con los universitarios.

Había un ambiente de fiesta. La mencionada megacaravana tuvo promesas de amor eterno, desfile para ingresar al estadio. La hinchada respondió, el estadio se ve lindo sin las mallas que obstaculizaban la vista de la cancha...Todo chévere, menos el rendimiento del equipo universitario.

En el idilio entre hinchas y el equipo, Liga ya empezó a portarse mal. Ayer, los aficionados pedían un triunfito, un motivo para ilusionarse y creer, pero el plantel dijo nones.

Es verdad que Liga tuvo el balón en el partido ante el Delfín, pero no supo qué hacer con él. Los ‘cetáceos’ llegaron a Quito a defenderse hasta con cinco hombres atrás, bien ordenaditos y juntitos, sin desbordarse. La estrategia era sencilla: dejar que Liga se viniese con todo y responder con feroces y rapidísimos contragolpes.

Con ese argumento, Delfín rompió todos los intentos de la ‘U’ por vulnerarlo. Pero la gracia no solo era defenderse por defenderse, sino proyectarse al ataque cuando la situación así lo permitía.

Gustavo Munúa, el DT charrúa de los albos, el que usa elegantes trajes y a la medida, fue autocrítico al final del partido y eso es bueno. El ‘profe’ reconoció que Liga nunca tuvo el control del compromiso y que se vieron sorprendidos por la férrea marca del rival. Les tocará corregir harto.