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8 de marzo de 2017 11:47

Huarmis que mueven al barrio

En distintos puntos de la ciudad hay ejemplos de lucha, gestión y trabajo en comunidad. Fotos: ÚN

En distintos puntos de la ciudad hay ejemplos de lucha, gestión y trabajo en comunidad. Gladys Ordóñez (izq.) Sandra López y Aleida Chilán son algunos ejemplos. Fotos: ÚN

Redacción Últimas Noticias

Un asalto marcó un camino de labores de la 'seño' Gladys

Las lesiones, en lugar de bajarle los brazos, le dieron un impulso. En el 2014, un grupo de dueños de lo ajeno entró al hogar de Gladys Ordóñez y su familia, en La Magdalena.

La mujer, jubilada desde hace tres años, no se quedó quieta luego de las agresiones que sufrieron junto con su hogar. Ella y sus vecinos se organizaron para actuar e impulsar la seguridad en el barrio. Uno de los aliados fue y es uno de los uniformados asignados a la zona, Olmedo Hinojosa.

Gladys, por años, trabajó en instituciones de justicia y esta experiencia fue vital a la hora de gestionar. Ella es parte de la directiva de La Magdalena y coordinadora de los barrios del sur occidente de Quito.

A sus 56 años, una de las iniciativas que la enorgullecen es la de los ‘Avizores seguros’. Este programa cuenta con 29 miembros que han tenido problemas con el consumo de alcohol, situación de calle, escasos recursos... Ahora son los vigías del barrio.

La recuperación del parque central y de las lavanderías municipales está en las gestiones en las que ha participado.

Sandrita, la vocación nació  en aulas de Calacalí

Sandra López, dirigente de Quitumbe, es maestra de profesión y tiene una especialidad en gestión para el desarrollo local. Pero el masterado lo sacó en los barrios, en comunidad.

Ella llegó desde Manabí, para seguir sus estudios. Es una ‘teacher’ con todas las de ley. Primerito, tras terminar la carrera, trabajó en una escuela rural de la parroquia Calacalí.

Allí, hace 21 años, la docencia era apenas una de las tareas, le tocaba coordinar la atención médica, asesoraba en los cobros de la junta de aguas o en lo que se venga... “Una maestra se convierte en el apoyo de la comunidad”.

Años más tarde, llegó a Quitumbe. Había vivido en varios barrios del sur hasta que se decidió a tener casa propia. Se apuntó a la cooperativa de vivienda Alianza Solidaria. “No vendemos casas, construimos un proyecto de vida”. Esa fue la respuesta y ella le entró con todo a “un proceso comunitario”.

Desde entonces, ya 16 años, ella ha sido parte de la recuperación de quebradas, de construir espacios colectivos, servicios... Es parte de grupos como el Foro Ambiental.

Doña Aleida, más de tres décadas firme en la gestión en Solanda

Llegó a Quito con su familia y se topó con una serie de retos para sacar adelante al que desde hace más de tres décadas es su barrio. En Solanda, Aleida Chilán es la dirigente emblemática.

Esta manaba arribó a Quito en 1965, vivió en barrios como La Chilena, La Marín y Chimbacalle. Desde 1972, ella y su familia, al igual que otras decenas de personas, se apuntaron para el plan de vivienda de lo que hoy es la primera etapa del barrio del sur. El lugar se fundó oficialmente en 1986. Y empezó la labor.

Las obras debían llegar y Aleida Bestalia o Bestalita, como la conocen todos, le entró a la gestión. Ella no estaba sola, sus colegas de lucha eran mujeres, quienes formaban el ‘Frente Femenino’.

Por las mujeres, por los niños, por los jóvenes, por los abuelitos, para todos ha trabajado. Estuvo, junto a sus compañeras y otros vecinos, en la lucha por un centro de salud, un parque, una guardería... Con decirle que hasta hizo de su casa la sede del adulto mayor. Ahora, a sus 73 años, aunque sin cargo en firme, sigue trabajando por el barrio.