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24 de diciembre de 2016 12:04

Los niños franciscanos

El Niño cera de abeja, El Niño de la “O”, El Niño de Caspicara, Fotos: Betty Beltrán / ÚN

El Niño cera de abeja, El Niño de la “O”, El Niño de Caspicara, Fotos: Betty Beltrán / ÚN

Redacción Últimas Noticias

¿Hay un Niño Jesús de Quito? La respuesta es no, pues no existe una advocación en particular. Pero sí hay un montón de divinos niños y niños barrocos de pesebres emblemáticos.

Es que la mayor parte de conventos e iglesias del Centro Histórico tienen sus imágenes antiguas y patrimoniales, comenta Pablo Rodríguez, del Museo franciscano Fray Pedro Gocial.

Dice que en el siglo XVIII, en la Real Audiencia de Quito el tema belenístico fue vital dentro de la evangelización. Así que todo convento tenía su pesebre.

En San Francisco, por ejemplo, hay tres tallas con valor histórico y artístico. La más valiosa es la del Divino Niño de Miguel Chili Caspicara, y que solo se la saca en la misa de gallo de San Francisco, a las 23:00, del 24 de diciembre. Y al pase del Niño que se realiza el Día de Reyes (este año se hará el 8 de enero).

Otro Niño con un valor patrimonial indiscutible es el Niño de la “O”, que tiene unos 10 centímetros de largo y de madera. La talla está dentro de un ornamento de plata repujada que pertenece al siglo XVIII.

Este ornamento era muy utilizado en una antigua tradición franciscana que se perdió por los años 60. Y era el rezo del advenimiento del Divino Niño y se lo hacía de manera interna en el convento. Este rezo consistía en la lectura de nueve antífonas (exclamaciones de salmos en latín).

Se llama Niño de la “O” porque cada antífona comenzaba con la letra O; por ejemplo: Oh Emanuel, Oh Dios de Poder... Era una ceremonia muy solemne y solo entre los franciscanos.

El tercer niño es contemporáneo, pero de una enorme belleza. Fue tallado en cera de abeja, por el artista mexicano Marcos Miranda. Tiene alrededor de 40 centímetros de largo y sus ojos son de vidrio.