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30 de marzo de 2017 12:40

Pascual, el perro patrullero

El perrito Pascual junto a sus compañeros de la UPC de Carcelén Alto, en el norte de la urbe. Foto: Betty Beltrán / ÚN

El perrito Pascual junto a sus compañeros de la UPC de Carcelén Alto, en el norte de la urbe. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Betty Beltrán

De cuando en vez, el animalito aparecía en la UPC de Carcelén Alto y los ‘polis’ se esmeraban en darle de comer y de beber. Pero un día de diciembre del 2016, el perrito decidió quedarse.

Y en honor al mes de las pascuas, lo llamaron Pascual. Semanas después, lo adoptaron en serio, comenta el teniente Andrés Ruiz, jefe del Circuito Carcelén. Gracias al carisma, el can ha logrado ganarse el cariño de todos los moradores del sector.

El pasado martes fue al veterinario y lo encontró sano. El teniente Ruiz recuerda que cuando llegó a la UPC tenía signos de maltrato. Y ahora está ‘guau’, solo tiene un tumor benigno en la tetilla.

Este animalito, de ocho años de edad y de raza pura sharpei americano, se vuelve loco cuando es hora de patrullar las calles del sector. Así que cuando los ‘polis’ abren la puerta del auto, se sube volando en el asiento de atrás. Sin embargo, se ha aconsejado que se suspenda ese trabajo, hasta medir el temperamento del perro.

El objetivo es saber el grado de agresividad que pudiera tener Pascual. La prueba no es para hacerle a un lado, sino para darle una función más específica, confiesa el teniente Ruiz. Actualmente, hace una asistencia ciudadana.

Así que siempre pasa en la puerta principal de la UPC, para dar la bienvenida a todas las personas que ingresan. Solo cuando tiene frío, se acurruca en una de las piezas del edificio. Los vecinos le están haciendo un colchón para que esté calentito y cómodo.

¿La comida? Una vecina le da el alimento. El veterinario sugirió que nada de comida de casa. Le quieren dar una vida digna con alimentos para perros.

Y tiene el cariño de todos sus ‘compas de patrullaje’. En todo el circuito Carcelén, que incluye cinco UPC (subcircuitos), hay 45 uniformados... y Pascual.

No se puede negar, la mascota se gana el cariño y está mosca a cualquier novedad. Por ejemplo, junto a la UPC hay un cajero automático y siempre está cuidando a la gente que realiza su transacción. Los cuida de cerca...

Otra actividad: cada vez que un uniformados llega a la UPC, Pascual lo sale a recibir e ingresa con él. Y hasta le hace honores.