Plaza Chica le saca 'clientes' a la Grande
Ya han quitado las vallas azules que rodeaban a la Plaza Chica. Con eso de las protestas en las afueras del Municipio, estaba cercada. Una vez abierta, le está peleando clientes a la Plaza Grande.
Es más tranquila, tiene árboles al ladito, no hay tanta gente. Estas son algunas de las razones que dan los vecinos que, bajito, dos veces por semana llegan hasta el lugar patrimonial.
Toparse con algún pana, descansar en medio de un trámite o, simplemente, para llegar a ver pasar el día. Estas son algunas de las razones de personas, como Jorge Salazar, para preferir a la Plaza Chica.
A sus 78 años, con una sonrisa, Jorge dice que en la plaza de la Guayaquil y Espejo no hay que ir a guardar puesto, como en la Plaza Grande. Él visita el Centro todos los días. Baja desde San Roque para “darse una vuelta” por la zona patrimonial.
El hombre no es el único que ahora prefiere a la hermana menor del pupo de Quito. Alicia Bosmediano llega desde Guamaní, en el sur de Quito. Hace sus gestiones y se sienta a descansar. Ella tiene 76 años y coincide con Jorge en que es un espacio más tranquilo.
Para el hombre, lo que molesta es que hay funcionarios que salen a fumar.
A este espacio ya le han dado varias manitos de gato. En el 2015, por ejemplo, fue la intervención tuca. Luego, en 2016, fueron obras obligadas, por daños durante una protesta.
