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7 de abril de 2017 12:57

La Ruta Escondida tiene cinco encantos

La iglesia de Perucho es parada obligada en la Ruta Escondida de las parroquias del noroccidente. Foto: Archivo / ÚN

La iglesia de Perucho es parada obligada en la Ruta Escondida de las parroquias del noroccidente. Foto: Archivo / ÚN

Redacción Últimas Noticias

Una nueva edición del Festival de la Ruta Escondida, en la Administración Eugenio Espejo se promocionó este viernes 7 de abril del 2017. Las actividades arrancarán mañana. Los anfitriones son, como de costumbre en esta iniciativa, los moradores de Puéllaro, Chavezpamba, Atahualpa, Perucho y San José de Minas.

Las parroquias tienen harto que mostrar, incluida, de entrada, la biodiversidad: bosques, ríos y aves. Las tradiciones de los moradores de estos sitios no se quedan atrás, pues, como parte del recorrido, los visitantes pueden disfrutar de la gastronomía e, incluso, de turismo comunitario.

Hay algunas actividades para sacar pecho de la Ruta. Una de las primeras es la elección y coronación de la soberana de esta iniciativa, una muestra fotográfica y juegos tradicionales. Pero no queda ahí, no ve que las actividades se van de largo durante este mes.

En el menú de actividades para hacer están la Feria Agropecuaria, Gastronómica y Artesanal, entre otras. Como parte de esta no faltarán las comparsas, en las que participarán vecinos de los diferentes sitios anfitriones.

Los visitantes le pueden apuntar a sacarle el jugo a los atractivos propios de cada una de las parroquias anfitrionas o, como quien dice, de los priostes de la Ruta Escondida.

De entrada, está el primer destino: Puéllaro. Este lugar tiene varios atractivos, pero dos son los más destacados e imperdibles: su iglesia (1650-1700 construcción) y el cementerio antiguo.

Perucho coincide con Puéllaro en uno de sus atractivos: la iglesia, que data del siglo XVII. Y si llega a este destino, donde el tiempo parece haberse detenido, podrá escuchar clarito el canto de las aves. Además, de pasito, puede deleitarse con unas ricas mandarinas y otros productos que se cosechan ahí mismo. Las flores en los terrenos de las casas son otro de los atractivos.

Un poco más lejitos está Chavezpamba. En este lugar, además del hermoso paisaje, puede comer rico. Uno de los platillos que no pueden faltar es el cuy. Así que vaya nomás haciendo un hueco más a la correa. El pan de esta zona es famoso.
En cambio, donde hoy es Atahualpa, se cuenta que descansaba el indígena tras las contiendas. San José de Minas también tiene una iglesia famosa y encantos naturales y linda gente.