Luego de meses de confinamiento, decenas de personas recurren a la naturaleza para compartir con la familia al aire libre. Algunas planifican ‘picnics’ durante la mañana, mientras que otras optan por acampar. Esta última actividad gana interés con el paso de los días y por eso agencias de aventura del país empiezan a incorporarla dentro de su oferta.

Aunque la ciudad está en semáforo amarillo, es indispensable que salga solo lo necesario. Para cambiar de aires, puede aprovechar un espacio exterior de la casa como el balcón, la terraza o el patio para crear un ambiente de esparcimiento al aire libre.

Tras 82 días sin salir de casa, Isabela, de 7 año y Zoe, de 10, tomaron un helado al aire libre con sabor a una felicidad que antes del confinamiento era cotidiana. El sábado 6 de junio del 2020, disfrutar de esa golosina en La Alameda, el parque que queda a pocos pasos de su casa, les supo a libertad.

Para medir el nivel de la calidad del aire en los diferentes sectores de Quito existe lo que se conoce como el Índice Quiteño de calidad del Aire (IQCA). Según la Secretaría del Ambiente, en la tarde del pasado domingo 9 de julio y el lunes 10 estos parámetros superaron el techo aceptable. Esto debido a los fuertes vientos que son frecuentes en el sector.

Cuando se camina por los alrededores de las Lagunas de Mojanda, en Otavalo, lo único que se puede escuchar es el sonido del viento, y a ratos, el movimiento del agua.