Ganar es la tarea de Ecuador que de local disputará un partido vital con una animada Venezuela, a la que solo le queda salvar su honor, en la duodécima fecha de la clasificatoria sudamericana al Mundial de Rusia-2018.

El entrenador Gustavo Quinteros y los seleccionados coinciden: Uruguay es un equipo muy fuerte y tiene buenos cabeceadores que pueden definir los partidos. Por eso, los tricolores están conscientes que deben estar muy concentrados en el juego ante Uruguay (el jueves, a las 18:00, en el estadio Centenario de Montevideo).

Veamos lo positivo. Sacamos cuatro de seis puntos posibles en la doble jornada eliminatoria. Sí, el 11 de octubre el rival era uno de los más turros de la eliminatoria. A Bolivia siempre le tenemos de hijo, pero el martes entramos dormidos a jugar. ¡La pudimos haber pasado peor!

A Gustavo Quinteros lo quieren en Bolivia. Fue seleccionado de ese país en el inolvidable equipo que actuó en el Mundial de 1994. Por eso, el 10 de octubre, apelando al sentimentalismo, los periodistas bolivianos quisieron sacarle un cariñito para su equipo. Pero el ‘Che’ estuvo firme: “Para el partido de mañana mi deseo es que gane Ecuador”.

Gustavo Quinteros por fin entendió que Antonio Valencia, el ‘soltero más codiciado’, le rinde más como volante que como lateral derecho. Cuando tiene menos metros que recorrer y cuando está cerca del área, el Toño liquida.

La Policía utilizó la tecnología de ‘drones’ para resguardar la seguridad de las personas y de sus bienes durante el partido que la Selección ecuatoriana disputó con su igual de Chile, el 6 d eoctubre en el Estadio Olímpico Atahualpa.

Lo mejor de la jornada: el ‘show’ de Ecuador ante el Bicampeón de América, una paliza, un bailecito. Una superioridad pocas veces vista ante una aminorada Chile. ¿Lo peor? El bochornoso escandalete de Énner Valencia y esa triste imagen de los policías persiguiendo el carrito de emergencias que intentaba llegar a la ambulancia para salir del estadio Atahualpa y, así, evitar que ‘Superman’ sea detenido por no pagar las pensiones alimenticias de su pequeña guagua.

Arturo Mina habla poco. Fuera de la cancha prefiere pasar desapercibido cuando los periodistas y los hinchas buscan. Escondido bajo una gorra, apenas levanta la cabeza. Pero cuando el ‘Rey Arturo’ de la Tricolor y de River Plate de Argentina entra en acción se transforma. Deja a un lado la timidez y se convierte en una fiera a la hora de despejar un balón o marcar a un rival.

La Selección de Ecuador cambió toda la planificación inicial. ‘San Pedro’ no le ayuda a Gustavo Quinteros para poner filita a la Tricolor.

Cuando hacen la oración en el camerino, los jugadores no piden ganar los partidos. Lo único que le piden a Jesucristo es salir enteros, que los libre de las lesiones. Ese es el principal mal de los jugadores. Un mal golpe puede truncar una buena racha e incluso terminar con su trayectoria.

Más el alboroto que se armó las primeras semanas: que las colas larguísimas, que la gente se metía, que era todo un relajo, que los revendedores estaban haciendo de las suyas y se quedaban con todo el papel para mirar los juegos de la Tricolor. Fue el clásico caso de carrera de caballo y frenada de burro. Luego de un inicio de mucha demanda, ahora uno va a las islas de Ecuticket y puede adquirir boletos con tranquilidad.

Ojalá que las maquinitas que mandó a comprar el ‘che’ Gustavo Quinteros luego de la Copa América le devuelvan a Ecuador la precisión que no asoma desde el 2015. Por estos días, los jugadores están que le pegan y le pegan al balón a unos tableros en forma de cruz que están conectados a unas lamparitas que se prenden, cuando el toque llegó a la intersección de la cruz.

Jefferson Orejuela está papelito. El 2 de octubre, en el entrenamiento de la Selección, en la cancha Christian ‘Chucho’ Benítez, se entrenó como si nada. El volante de Independiente está recuperado del golpe que sufrió en la cabeza, la semana pasada, y que causó un susto.

La última vez que Carlitos Villacís vio a la Selección en el estadio Atahualpa salió masticando bronca y pidiendo cambios. En el baile que le dio Brasil a Ecuador (3-0), el dirigente, por ejemplo, decía que el che Gustavo Quinteros no debió haber sacado de la cancha a Felipe Caicedo.