Con pancita, también haga ejercicio
Menor dolor y pronta recuperación. Eso es lo que ofrece la práctica del ejercicio durante el embarazo. ¿La razón? Los movimientos acondicionan músculos y articulaciones. Además, el ejercicio aumenta la autoestima, controla el peso y mejora la circulación.
Con la guía de un profesional usted puede trotar, nadar, caminar. También puede participar en una clase de yoga o de pilates. Todas esas disciplinas ofrecen variantes para mujeres embarazadas. Hay futuras mamás que incluso añaden peso a su entrenamiento.
El único requisito para iniciar la práctica es contar con el visto bueno del médico de cabecera. La mayoría de mujeres, por lo general, empieza el acondicionamiento físico después de los tres meses de gestación.