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Vida Sana
11 de septiembre de 2019 11:40

Prevenga el tabaquismo desde casa

Imagen referencial. En este ingreso a clases muchos adolescentes se sentirán tentados a probar el tabaco. Foto: Pixabay

Imagen referencial. En este ingreso a clases muchos adolescentes se sentirán tentados a probar el tabaco. Foto: Pixabay

Redacción Vida Sana
y EFE
(I)

Según el Observatorio Español sobre Drogas, los adolescentes empiezan a consumir c entre los 13 y 16 años. La droga que consumen a edades más tempranas es el tabaco, seguido de alcohol y marihuana.

Además de causar múltiples cánceres, el tabaco es un factor principal en muchas patologías y enfermedades crónicas y provoca más de 8 millones de muertes anuales, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Entre los riesgos que el tabaco trae está el aumentar la probabilidad de iniciar el consumo de otras drogas. Además, a largo plazo tendrán los mismos riesgos que los fumadores adultos: cáncer, enfermedades del corazón y respiratorias.

La prevención se inicia desde casa dando el ejemplo de no fumar, de promover hábitos saludables y de enseñarles a decir NO cuando exista la oferta por parte de gente cercana.

“En esta etapa adolescente es muy importante dar ejemplo a nuestros hijos. Si ven que nosotros fumamos, pensarán ¿por qué yo no puedo fumar si tú fumas? Por eso animaría a los padres fumadores a que dejen de fumar y tengan muy claro que el hogar tiene que ser un lugar libre de humos”, subraya la doctora Raquel Jiménez.

El humo del tabaco contiene más de 4 000 sustancias químicas, de las cuales al menos 250 son nocivas. Más de cincuenta de estas sustancias causan cáncer, según la OMS.

“Todos sabemos que fumar es malo, pero eso no llega al adolescente. Le llegan mensajes que se refieren a aspectos estéticos, económicos o deportivos”.

Según la experta, para disuadir a un adolescente en lugar de hablarle sobre los riesgos para su salud en el futuro -eso no les importa ahora- es mucho más eficaz si centramos el mensaje en cosas más superficiales como decirles que “los dientes se te van a poner amarillos” o que “no van a poder estar en forma, porque les va a costar respirar”.

¡Hay que hablar claro con los chicos!

Ser un buen ejemplo. El tabaquismo en jóvenes es más frecuente cuando los padres fuman, si no se deja este hábito se recomienda no fumar frente a los ellos.

Apelar al orgullo. Hay que recordar constante que es un hábito desagradable, que trae mal olor, que daña los dientes y perjudica la energía y el físico.

Comprender la adicción. El tabaquismo en los adolescentes muchas veces es una forma de rebeldía, de encajar en algún grupo o de sentirse interesantes e influyentes.