Una UPC unió a Barrionuevo
La reinauguración de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) de Barrionuevo, en el sur de Quito, en realidad, fue un pretexto para impulsar un objetivo más grande: la integración de toda la comunidad.
El sábado 3 de agosto del 2019, en la UPC ubicada en la calle Miguel Chopeya, se sentía un ambiente alegre y de integración. Los miembros de la directiva ultimaban detalles para una ceremonia a la que estaba invitado hasta el sacerdote de la iglesia cercana, para que bendijera a los policías que son parte de la unidad y a los vecinos.
Alejando Molina, Tomás Erazo y Patricia Córdova son parte de la directiva. Dicen que la UPC se volvió hace unos años un dormitorio, porque los ‘polis’ formaban en Santa Anita y desde ahí patrullaban.
Visitaban poco Barrionuevo. Ante su ausencia, dicen, hubo un brote de microtráfico y ocurrieron algunos asaltos. Por eso decidieron pedir ayuda a las autoridades y lograron el compromiso de que los uniformados trabajen directamente desde la UPC.
Los vecinos hicieron una vaca para juntar plata que les sirvió para darle mantenimiento a la casa de los ‘chapitas’. La pintaron, la limpiaron y acondicionaron todo para que ellos pudieran trabajar y descansar cómodos en el barrio.
El subteniente Edwin Godoy es parte de los ‘polis’ asignados. Afirma que en esa zona son comunes los problemas de chumaditos y de licorerías que abren sus puertas fuera de horario. Para eso han hecho operativos y en el camino han encontrado también a ‘choros’ en delito flagrante.
El equipo de la UPC está listo para seguir trabajando con el barrio y participarán de asambleas comunitarias, sobre convivencia pacífica y unión en el vecindario. Y harán programas educativos con niños sobre temas como la autoprotección y la seguridad.
Leonardo Yanza es el presidente de la directiva del barrio, que tiene dos meses en funciones y estará a cargo durante dos años.
Explicó que tienen previsto continuar apoyando al grupo 60 y Piquito que se reúne en la casa comunal y que ayudó en las mingas para arreglar la UPC.
Esa tarea, como los sueños de tener un dispensario médico, una escuela de danza y música, clases de bailoterapia y de inglés se resumen en una meta: promover la participación ciudadana y recuperar la memoria histórica de Barrionuevo.