Francisco Egas y otra polémica
Cuando parecía que Francisco Egas recuperaba la gobernabilidad y la paz en el fútbol ecuatoriano, surgió un nuevo problema: en las últimas horas aparecieron unos cheques girados a inicios del 2019, desde la cuenta de Universidad Católica, a varios clubes y dirigentes del país.
Los depósitos se hicieron 22 días antes de la elección para Presidente de la Federación, que finalmente fue para Francisco Egas. La Universidad Católica emitió cheques para dos clubes: Orense y Puerto Quito. Los otros dos a nombre de dirigentes: Franklin Moya, de Liga de Loja; y Rolando Terán, de Santa Rita. Todos por el mismo monto, USD 24 000.
Egas hizo ayer (15 de julio del 2020) su descargo. A través de un mensaje de Whatasapp le contestó a ÚLTIMAS. “A finales del 2018, la Federación mantenía una deuda con LigaPro y sus clubes por 1,2 millones de un anticipo de derechos que recibió antes de la creación de la Liga. Lo que hicimos como Católica fue comprarle esa acreencia a varios equipos. Esa documentación fue registrada en su momento y de hecho se han venido haciendo los descuentos correspondientes a cada equipo y abonos a Católica”. “La información es pública y reposa en LigaPro hace un año y medio. Es curioso que salgan ahora que intentan por todos los medios desprestigiarme”, añadió el directivo.
En Santa Rita, sin embargo, hay contradicciones. Ney Mendoza, actual presidente del club, dio su versión: “Ese valor nunca ingresó a la cuenta del club”. Sin embargo, el cheque está a nombre de Rolando Terán. Él le dijo a este Diario que ese dinero fue una transacción de ayuda por parte de Egas.
“Me ayudó como amigo personal. Yo era el que asumía el rol de gastos del equipo. Tengo documentación de todos los gastos y la conciencia tranquila. Hay papeles notarizados. El que participó en el Congreso Ordinario fue Mendoza”, dijo Terán.
Aún se esperaba, ayer por la tarde, los descargos por parte de los dirigentes Moya de Liga de Loja, al igual que de Orense y de Puerto Quito (ahora llamado Atlético Santo Domingo). Parece que la paz no termina de llegar al pobre fútbol
