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16 de octubre de 2019 09:21

Historias con un siglo de peso

María Vizcaíno ya no puede movilizarse por sí sola. Fotos: Ana Guerrero / ÚN

María Vizcaíno ya no puede movilizarse por sí sola. Fotos: Ana Guerrero / ÚN

Redacción Últimas Noticias
(I)

Cuatro mujeres centenarias, cuatro historias que se albergan en la edificación patrimonial de la calle San Vicente de Paúl, en La Recoleta. María Carrión, llegará al siglo de vida el 10 de noviembre; María Mercedes Tapia cumplió 100 hace poco; Manuela Angélica Noboa está por llegar a los 102 y María Vizcaíno alcanzó los 103.

Las cuatro son parte del Hogar Santa Catalina Labouré, al cuidado de las Hijas de la Caridad, quienes por más de cuarto de siglo se han dedicado a servir a abuelitos en el mismo lugar. Actualmente son 70 adultos mayores.

Su hablar es bajo, en algunos momentos se distingue apenas un suspiro. Sin embargo, la mayoría tiene presente gran parte de su recorrido de vida. Detalles que se les escapan se pueden encontrar en sus fichas.

A la más guambrita, todos en el hogar la llaman Rosita Carrión. Camina apoyada en un andador. Se sienta en un sofá, a unos metros del ingreso del dormitorio que ocupa desde el 9 de mayo del 2017. La mujer es oriunda de Celica (provincia de Loja). Su madre, alcanza a recordar, murió cuando ella era muy pequeña, por lo que quedó al cuidado de su abuela.

Rosita Carrión cumplirá cien años en noviembre.

Rosita Carrión cumplirá cien años en noviembre.

Trabajó en varias casas cuidando niños y en tareas de limpieza. En su ficha consta que la mujer trabajó en Italia y que a su llegada a Ecuador estuvo en un asilo. Y fue referida al Hogar Santa Catalina en vista de que la persona que cubría el costo del anterior establecimiento fue diagnosticada con cáncer terminal.

Aunque en su cédula consta divorciada, jura que nunca se casó ni tuvo hijos.

María Vizcaíno es la vecina de Rosita. Se encuentra en silla de ruedas y respira con la ayuda de un tanque de oxígeno. Eso sí, habla fuerte y bien enérgica. Nació y creció en El Quinche, luego se fue a trabajar en Cayambe. Regresó a su hogar y las tareas eran duras, como cargar leña. La mujer de 103 años llegó al hogar el 5 de junio del 2008, con una artrosis generalizada. Repite que tuvo cuatro hijos y en su historia consta que es viuda.

En otra sala con vista al jardín está Manuela Angélica Noboa. Todos la conocen como la señorita Angélica. Llegó un 7 de agosto del 2005 y solo responde al hablarle fuerte al oído. Es oriunda de Cayambe y enfermera de profesión. Clarito dice que laboró en sitios como la Maternidad Isidro Ayora. En su juventud tenía un lema: “Que viva la libertad”, por eso mismo se quedó soltera. Es una capa a la hora de multiplicar.

Manuela Angélica Noboa ya casi tiene 102 años.

Manuela Angélica Noboa ya casi tiene 102 años.

La primera en llegar al hogar fue María Mercedes, el 23 de marzo del 2003. A ella se le dificulta hablar, así que siempre brinda una sonrisa. Pero en la ficha del hogar se distingue que es soltera, con instrucción básica y un deterioro cognitivo moderado.

María Mercedes Tapía tiene problemas para hablar bien.

María Mercedes Tapia tiene problemas para hablar bien.

En el hogar todos dan fe de que es tranquila, de temperamento suave, sociable con sus compañeros.

Sor Mariana Romero, quien sirve en el hogar y fue la primera titular del sitio, da cuenta de los casos que han pasado por la casa del Centro de Quito: abandonados por sus familias, otros han llegado por sus propios medios, etc.

Si quiere acolitar con la casa de adultos mayores puede ir hasta la calle San Vicente de Paúl E2-142 y La Exposición (en La Recoleta), o llamar al 295 8047.